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Una noche en el museo Dalí

Algunos rincones del Teatro-Museo Dalí de Figueres (Alt Empordà) cobran una visión especial tras la puesta del sol. Con la luz artificial, las estancias al aire libre e incluso la majestuosa cúpula que lo corona parecen diferentes. Durante la mayor parte del año, esta perspectiva es inaccesible para el gran público, pero sí es posible disfrutarla durante el verano porque desde hace nueve temporadas el museo abre sus puertas en horario nocturno, una iniciativa en la que fue pionero en España y ahora está cada vez más extendida entre los centros culturales españoles. Hasta el próximo 3 de septie...

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Algunos rincones del Teatro-Museo Dalí de Figueres (Alt Empordà) cobran una visión especial tras la puesta del sol. Con la luz artificial, las estancias al aire libre e incluso la majestuosa cúpula que lo corona parecen diferentes. Durante la mayor parte del año, esta perspectiva es inaccesible para el gran público, pero sí es posible disfrutarla durante el verano porque desde hace nueve temporadas el museo abre sus puertas en horario nocturno, una iniciativa en la que fue pionero en España y ahora está cada vez más extendida entre los centros culturales españoles. Hasta el próximo 3 de septiembre, este templo laico consagrado a Salvador Dalí puede visitarse entre las diez de la noche y la una de la madrugada.El recorrido nocturno tiene otros atractivos añadidos. Para empezar, es una excelente opción para circular por las salas y patios sin las acostumbradas aglomeraciones de turistas y veraneantes durante el estío. Las visitas tienen un aforo limitado a 500 personas por día -también un precio de la entrada algo superior, 1.200 pesetas frente a 1.000 en el horario habitual-, por lo que se recomienda reservar la entrada previamente, algo que puede hacerse a través de Servicaixa.

Además, quienes se decidan por esta noctámbula posibilidad tienen garantizada una copa de cava al final del recorrido, en el patio en el que el genial artista situó su Cadillac plujós. Con un poco de suerte, es posible también que la visita encierre alguna sorpresa: de vez en cuando, sin apenas avisar, el museo acoge actividades tan variadas como un recital de poesía o una actuación castellera.-

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