Indulto para un penado a tres años por llevar seis gramos de cocaína

La cárcel ha dejado de ser una pesadilla para Luis P., un vecino de Colmenar Viejo, condenado a tres años de cárcel por llevar encima seis gramos de cocaína. El Consejo de Ministros decidió indultarle el viernes, tras valorar los informes de la asociación de Prevención de la Marginación (Precomar) en los que destacan que la cárcel sólo perjudicaría a este joven de 23 años que no ha cometido otros delitos, tiene trabajo y ya no consume drogas.

Luis sólo ha pasado una noche entre rejas, en el cuartel de la Guardia Civil, cuando le detuvieron hace tres años en Colmenar Viejo por llevar sei...

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La cárcel ha dejado de ser una pesadilla para Luis P., un vecino de Colmenar Viejo, condenado a tres años de cárcel por llevar encima seis gramos de cocaína. El Consejo de Ministros decidió indultarle el viernes, tras valorar los informes de la asociación de Prevención de la Marginación (Precomar) en los que destacan que la cárcel sólo perjudicaría a este joven de 23 años que no ha cometido otros delitos, tiene trabajo y ya no consume drogas.

Luis sólo ha pasado una noche entre rejas, en el cuartel de la Guardia Civil, cuando le detuvieron hace tres años en Colmenar Viejo por llevar seis gramos de cocaína. Pero fue suficiente. Así que le llena de tranquilidad saber que se ha librado de la condena de tres años de cárcel que pendía sobre él."Aquella noche en el calabozo toqué fondo, me pregunté que pintaba allí un chaval tan normalito como yo, y decidí echar el freno", reflexiona. "Empecé a meterme rayas a los 17 años cuando salía los fines de semana, como todo el mundo, pero acabé poniéndome a diario. En la época en que me detuvieron el asunto ya se me había ido de las manos y consumía cerca de medio gramo al día y en un fin de semana podía llegar, de viernes a domingo, a los seis gramos", explica.

Sus problemas comenzaron cuando, en un bar de Colmenar mostraba a un amigo unas papelinas de cocaína. "Llevaba seis gramos para consumirlos con varios amigos, pero la policía creyó que los llevaba para venderlos y me detuvo por tráfico de drogas", relata este joven que entonces trabajaba como mozo de almacén.

Él asegura que nunca ha traficado para costear su adicción, pero los agentes y los jueces de la Audiencia Provincial no se creyeron que la cocaína que llevaba encima era para consumo propio y le condenaron a tres años de cárcel por un delito contra la salud pública.

A comienzos de este año, cuando, asistido por una abogada de oficio, había recurrido la sentencia ante el Tribunal Supremo, su madre vio por televisión que había una asociación de Parla, llamada Precomar (91 605 76 01), que había conseguido el indulto en casos como el suyo. "Llegué a la asociación y, como vieron que yo llevaba una vida normal, me dieron muchas esperanzas; así que decidí retirar el recurso y solicitar el indulto", asegura. La petición la presentaron en febrero y se ha resuelto el 4 de agosto.

Ramón Domingo, presidente de Precomar, considera que el caso de Luis era claro. Se trataba de un chico que había dejado ya de consumir la droga por la que le habían arrestado, tenía trabajo y no llevaba una vida nada marginal. "Meter en la cárcel a un muchacho así supone destruirlo", asegura.

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En realidad Luis siempre sintió la cárcel lejos. "Estaba convencido de que como no tenía más delitos acabarían por aceptar mi recurso contra la condena o que me darían el indulto. Nunca me vi en prisión", afirma convencido este joven que dejó la cocaína casi a pelo, porque en el centro de drogodependientes sólo acudió a varias sesiones de terapia psicológica.

"El ambiente del centro para toxicómanos no me gustaba porque allí iban un montón de yonquis totalmente enganchados y yo no estaba tan mal. Así que decidí dejarlo por mi cuenta, evitando salir por la noche porque así evitaba la tentación de meterme rayas", relata este joven que ahora trabaja de repartidor con un camión. "Supongo que con la guarrería que nos venden como cocaína es imposible hacerse adicto, lo que tienes es un enganche de cabeza", concluye.

Con éste son ya 33 los indultos conseguido por Precomar desde su fundación en el año 1993. Y, según esta asociación, ninguno de los beneficiarios de estas medidas de gracia ha vuelto a reincidir. Ahora mismo tienen otros 18 solicitados.

"Creo que debemos ser la asociación madrileña que más indultos hemos pedido y conseguido", asegura Domingo. "¿Que por qué nos los conceden? Desde luego, no porque tengamos un padrino en el Ministerio de Justicia, sino porque constantemente enviamos informes sobre cada expediente para que el Consejo de Ministros tenga todos los datos para ver con claridad la rehabilitación de cada condenado".

Entre los casos que llevan hay algunos poco problemáticos como el de Luis, y otros con más años de consumo de drogas y mayor historial delictivo.

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