Tribuna:FLAMENCO - 'LA BIENAL VA POR BARRIOS'

Mujeres de arte

El barrio sevillano de Bellavista volvió a acoger la noche del pasado jueves un espectáculo programado en La Bienal va por Barrios, ciclo que sirve de preámbulo al certamen más esperado por los aficionados del flamenco, la Bienal, que se desarrollará entre el 5 de septiembre y el 7 de octubre en la capital hispalense. En esta ocasión el cante y el baile, llegaron de la mano de dos consagradas artistas: Tina Pavón y Lalo Tejada, La Caña. Tina Pavón fue la encargada de abrir plaza. Lo hizo acordándose de su tierra natal en unas alegrías personales, en las que evocó a cantaoras como la Per...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

Inspirada milonga

El barrio sevillano de Bellavista volvió a acoger la noche del pasado jueves un espectáculo programado en La Bienal va por Barrios, ciclo que sirve de preámbulo al certamen más esperado por los aficionados del flamenco, la Bienal, que se desarrollará entre el 5 de septiembre y el 7 de octubre en la capital hispalense. En esta ocasión el cante y el baile, llegaron de la mano de dos consagradas artistas: Tina Pavón y Lalo Tejada, La Caña. Tina Pavón fue la encargada de abrir plaza. Lo hizo acordándose de su tierra natal en unas alegrías personales, en las que evocó a cantaoras como la Perla de Cádiz y Pastora Pavón. Siguió por soleá y concluyó la primera parte con unos fandangos de La Carzá. A la guitarra, Manolito Herrera estuvo en todo momento a la altura de las circunstancias y demostró que se equivocan aquellos que dicen que los guitarristas jóvenes corren demasiado. Salió entonces Lalo Tejada con su grupo: Jarillo y Manolo Sevilla (al cante), Rafael Rodríguez (al toque) Amador Amaya y Luis Amaya (al compás y al baile).

La Caña empezó dando un autentico recital de cómo se tiene que mover la bata de cola y el mantón, paseándose por el escenario, mientras el cante, el toque y el silencio del público se fundían con sus cierres a compás. De paso, dejó claro que para bailar bien las facultades físicas no son lo único importante, a pesar del empeño de algunos jóvenes. La receta de Lalo tiene como ingredientes fundamentales el buen gusto y los brazos arriba, como mandan los cánones. Y en eso que llegó el descanso y el público se quedó con la miel en los labios.

Fue en la segunda parte del espectáculo, cuando la cantaora Tina Pavón alcanzó los mejores momentos de su actuación. Su malagueña dio paso a una inspiradísima milonga, en la que se acordó de las ocho provincias andaluzas, para terminar con unas bulerías de los puertos. Si algo hay que reconocerle a esta cantaora gaditana, nacida en San Fernando y afincada en Huelva, son las ganas y regularidad que mantiene en todas sus intervenciones ante el público.

Lalo Tejada volvió a salir al escenario para bailar por tientos-tango y entonces a más de uno se le escapó un "¡Ole las flamencas guapas!". No en vano, en 1986, La Caña fue galardonada con el Premio Nacional de Baile, y se alzó con el Giraldillo para jóvenes en la quinta edición de la Bienal de Flamenco, celebrada en Sevilla en 1988.

Al final, en las bulerías, Jarillo y Manolo Sevilla se marcaron sus correspondientes pataitas, al compás de la guitarra de Rafael Rodríguez que se bastaba y se sobraba para acompañar a la perfección al grupo y a la propia bailaora. ¡Noches como ésta hacen olvidar hasta el calor!.

Archivado En