El Gobierno alemán convoca una reunión sobre la violencia de extrema derecha
El Gobierno alemán ha decidido extremar las precauciones ante los radicales de derechas, a la vista de la proliferación de incidentes motivados, o presuntamente motivados, por la xenofobia o el racismo. Los secretarios de Estado de los Ministerios de Interior, Justicia y Familia celebran hoy una reunión especial en Berlín para discutir sobre posibles medidas a tomar, según manifestó ayer un portavoz del Ministerio del Interior.Por razones históricas, Alemania mantiene una tupida red de vigilancia de las actividades de los extremistas de derechas y neonazis. Sin embargo, la reiteración de ataqu...
El Gobierno alemán ha decidido extremar las precauciones ante los radicales de derechas, a la vista de la proliferación de incidentes motivados, o presuntamente motivados, por la xenofobia o el racismo. Los secretarios de Estado de los Ministerios de Interior, Justicia y Familia celebran hoy una reunión especial en Berlín para discutir sobre posibles medidas a tomar, según manifestó ayer un portavoz del Ministerio del Interior.Por razones históricas, Alemania mantiene una tupida red de vigilancia de las actividades de los extremistas de derechas y neonazis. Sin embargo, la reiteración de ataques contra extranjeros y personas sin domicilio fijo han agudizado la sensibilidad del Gobierno sobre el tema ante una época que puede ser delicada, ya que se ha comenzado a discutir sobre la conveniencia de una ley de emigración y el país se abre oficialmente a partir de hoy a una emigración selectiva de expertos en ordenadores.
A la bomba que hirió a diez estudiantes de alemán procedentes de países de la ex Unión Soviética, en Düsseldorf la semana pasada, ha seguido la persecución de dos africanos, acosados y golpeados por un grupo de extrema derecha el pasado fin de semana en Eisenach. En aquella ciudad de la ex RDA, la policía detuvo a 29 personas que habían acudido a una reunión de neonazis.
Aunque se desconoce quiénes han sido los autores del atentado de Düsseldorf, la circunstancia de que varias de las víctimas eran de religión judía lleva a muchos a pensar en una pista de extrema derecha. El ministro de Exteriores, Joschka Fischer, ha dicho que, "en vista de los muchos incidentes racistas de los últimos tiempos, uno debe preguntarse si Alemania es un país en el que los extranjeros deben temer la discriminación y la violencia, en el que los judíos pueden sufrir el antisemitismo y el terror".