Las negligencias causan casi la mitad de los incendios en Andalucía Las vísperas de domingos o festivos son los días en los que se originan más fuegos
Las negligencias son la primera causa de siniestros forestales en Andalucía. En especial, durante el primer semestre de este año. De los 201 siniestros detectados en ese periodo, más del 43% se debieron a descuidos negligentes, la mayoría relacionados con trabajos agrícolas o forestales, como las quemas de rastrojo o pastos. Pero ha habido fuegos ocasionados por fumadores imprudentes -al menos, ocho- y por encender hogueras (seis).Un informe de la Consejería de Medio Ambiente sobre los incendios forestales en Andalucía, que analiza el periodo comprendido desde el 1 de enero al 30 de junio, ale...
Ocurrencia temporal
Las negligencias son la primera causa de siniestros forestales en Andalucía. En especial, durante el primer semestre de este año. De los 201 siniestros detectados en ese periodo, más del 43% se debieron a descuidos negligentes, la mayoría relacionados con trabajos agrícolas o forestales, como las quemas de rastrojo o pastos. Pero ha habido fuegos ocasionados por fumadores imprudentes -al menos, ocho- y por encender hogueras (seis).Un informe de la Consejería de Medio Ambiente sobre los incendios forestales en Andalucía, que analiza el periodo comprendido desde el 1 de enero al 30 de junio, alerta sobre el incremento de los fuegos causados por negligencias, que han crecido casi un 7% comparado con la media de los últimos diez años.
Los incendios, uno de los mayores problemas ecológicos y cuya prevención y extinción absorbe inversiones millonarias -sólo el servicio de helicópteros en Andalucía cuesta cerca de 1.400 millones de pesetas este año-, apenas se producen por causas naturales. Sólo tres de los 201 detectados de enero a junio se han atribuido a hechos naturales. Después de las negligencias, el segundo factor que ocasiona más fuegos es la intencionalidad. Casi el 28% de los registrados en el primer semestre fueron provocados.
En la mayoría de los casos, el autor del fuego perseguía crear pastizales o alterar el uso del suelo para otras actividades agrarias, pero tampoco son desdeñables los siniestros achacables al gamberrismo mondo y lirondo, que representaron el 14% de los intencionados, o a pirómanos, responsables de más de uno de cada diez fuegos.
Las investigaciones policiales relacionadas con el origen de los incendios está permitiendo profundizar cada vez más en las causas. Las que figuraban en el epígrafe de "desconocidas" se han reducido este año en un 43,9%. Sólo 37 incendios de todos los 201 contabilizados, lo que significa un 18,4%, siguen en fase de investigación porque se desconocen sus causas. Desde enero a junio, entre la policía autonómica y la Guardia Civil han detenido a 37 personas como presuntos autores de 21 incendios, que fueron puestos a disposición judicial.
El informe de Medio Ambiente muestra que los jornadas en las que se produce un mayor número de fuegos son las vísperas de festivos (16,4%), seguidas de los domingos o festividades (14,9%). La media del número de incendios durante los días laborables es menor que en los anteriores casos (13,7%). En relación con el momento del día en el que se registran más siniestros, la franja horaria más frecuente comprende desde el mediodía a las 19.00, cuando ocurren el 70,5% de los fuegos.De los 201 siniestros ocurridos hasta el 30 de junio, sólo el 21,9% se consideraron incendios, cuando la superficie calcinada supera una hectárea. La mayoría fueron conatos. En comparación con los últimos diez años, se ha reducido el número de incendios casi en el 30%. Esta tendencia, según el informe, permite deducir que el "funcionamiento del dispositivo está permitiendo acudir con una mayor rapidez a los incendios que se producen".
La superficie forestal afectada hasta final de junio superó las 725 hectáreas, aunque la superficie arbolada se limitó a 94 hectáreas. La relación de la superficie afectada por el siniestro ha sido de 3,61 hectáreas por incendio, mientras que en los diez años anteriores supero las nueve hectáreas por incendio de media. Esta disminución "da idea también de la eficacia del dispositivo", concluye el estudio.
Además del fuego de Málaga, ayer se detectó un incendio en San Roque (Cádiz), que arrasó medio centenar de hectáreas de matorral, alcornoques y pastizal en el paraje de Cortijo Salmón, informa Europa Press. El siniestro se declaró a las 14.30, aunque fue controlado tres horas después. El Plan Infoca informó que el origen del siniestro fue intencionado, ya que se detectaron tres focos distintos durante las tareas de extinción.
Menos lluvias, más estrés hídrico
En el conjunto andaluz, las temperaturas entre enero y junio de 2000 han superado ligeramente (0,3 ºC) la media del periodo comprendido entre 1993 y 1999. Sólo Córdoba, Huelva y Jaén experimentaron temperaturas menores.Analizando los meses, mayo concluyó con un incremento notable de temperaturas en todo el territorio. Se superaron los valores medios en todas las provincias, desde los 0,1 ºC de diferencia de Jaén hasta los 2,7 ºC de Almería. Esta tendencia al alza se mantuvo en junio, a excepción de Huelva.
Las precipitaciones caídas en Andalucía en los primeros seis meses de 2000 fueron inferiores a la media de los últimos diez años. A excepción de Huelva y Sevilla, todas las provincias presentaron un ligero déficit pluviométrico respecto a la década anterior. En el informe se destaca el carácter irregular de las lluvias, que fueron nulas en febrero en la región, en contraposición con abril y mayo, cuando superaron los valores medios de la década en toda la Comunidad, con la salvedad de Jaén. En junio, volvieron a ser nulas y a incrementar el déficit pluviométrico respecto al decenio.
El estudio indica que las precipitaciones de abril y mayo contribuyeron a "minorar el estrés hídrico que sufría la vegetación" por las escasas o nulas lluvias del primer trimestre del año. Simultáneamente, ha ayudado a aumentar la vegetación que, sumadas a la subida de temperaturas y la falta de lluvias de junio, se convierte en un factor de riesgo añadido para el inicio de los incendios.