La consejera de Servicios Sociales se muestra "escéptica" ante la regulación de la prostitución

El alcalde de Madrid, José María Álvarez del Manzano, asegura que no va a aplicar "medidas represivas" contra la prostitución. Esta declaración supone, de hecho, una renuncia a denunciar por "exhibición obscena ante menores" a las mujeres que la ejercen en la Casa de Campo, en contra de lo anunciado el pasado lunes por la concejal de Policía Municipal, María Tardón. Álvarez del Manzano, eso sí, ha instado al Gobierno a que regule la prostitución, a fin de "mejorar la situación de las mujeres". La consejera de Servicios Sociales se muestra escéptica ante esta medida.

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El alcalde de Madrid, José María Álvarez del Manzano, asegura que no va a aplicar "medidas represivas" contra la prostitución. Esta declaración supone, de hecho, una renuncia a denunciar por "exhibición obscena ante menores" a las mujeres que la ejercen en la Casa de Campo, en contra de lo anunciado el pasado lunes por la concejal de Policía Municipal, María Tardón. Álvarez del Manzano, eso sí, ha instado al Gobierno a que regule la prostitución, a fin de "mejorar la situación de las mujeres". La consejera de Servicios Sociales se muestra escéptica ante esta medida.

El alcalde reveló ayer que ya ha pedido "formalmente" al Gobierno central que regule el ejercicio de la prostitución, a fin de que así "se puedan aportar soluciones a ese problema" y "proteger a las víctimas de este ejercicio, que son las mujeres".Entre los que criticaron el anuncio de Tardón se contaban, entre otros, el fiscal jefe del Tribunal Superior de Justicia de Madrid, Mariano Fernández Bermejo, que replicó que "las prostitutas no se exhiben, sino que ejercen con el uniforme de su profesión". Con esto, Fernández Bermejo quiso dejar claro que la prostitución no es un delito y, por tanto, no puede ser perseguida con el Código Penal.

Álvarez del Manzano, aunque tachó de "chocante" la mención del fiscal jefe madrileño al "uniforme" de las prostitutas, dijo que él no es quién para desautorizarle y que coincide con él en que la prostitución no se puede perseguir a golpe de Código Penal. Añadió el regidor que también coincide con Fernández Bermejo en que "habría que regular la prostitución". El alcalde ha repetido desde hace tiempo que esta práctica "no debería llevarse a cabo en la calle", pero que el Ayuntamiento "carece de competencias para poder erradicarla". Por eso pide al Gobierno armas legales. La única vez que, de hecho, intentó hacer algo de este estilo, esto es, apartar a las prostitutas al cerro de Garabitas -una zona aislada de la Casa de Campo-, fracasó porque la iniciativa, finalmente, no pasó de idea.

La consejera de Servicios Sociales, Pilar Martínez, considera que la prostitución no es una opción libre "en la mayoría de los casos", sino "una consecuencia de la pobreza, la desigualdad o las drogodependencias", según explicó en la presentación del Simposio Internacional sobre Prostitución y Tráfico de Mujeres con Fines de Explotación Sexual que se celebrará en Madrid los próximos días 26, 27 y 28. "Debemos decidir si queremos una sociedad con o sin prostitución y no caer luego en incoherencias", aseguró la consejera, que presentó las jornadas de la próxima semana como un intento de abrir un debate sobre este asunto "y que la sociedad decida".

"No se trata de sancionar a la prostituta, sino al tercero, al proxeneta, porque ella es la víctima de la explotación sexual", manifestó. En relación con la propuesta de la concejal de Policía Municipal, la ex juez María Tardón, Martínez no cree que el Consistorio vaya a aplicar esta medida.

La consejera considera "brillante" la argumentación del fiscal jefe de Madrid, Mariano Fernández Bermejo, y la comparte. "El Ayuntamiento lo que quiere es ordenar la convivencia en un espacio como la Casa de Campo, donde hay mujeres prostituyéndose y otros ciudadanos que van a pasear a veces con niños", argumenta. "Las prostitutas se exhiben como una forma de atraer al cliente, no a los menores, y no por gusto. Lo que debería de haber es una mayor vigilancia y persecución hacia los proxenetas. El problema es que para actuar contra ellos deben denunciarles las prostitutas, pero éstas no lo suelen hacer", añade.

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Explotación y tráfico

Martínez se mostró escéptica sobre una posible regulación de la prostitución. "Hay informes de la Liga de Naciones que dictaminan que la creación de burdeles y otras formas de ordenar esta actividad lo único que hace es incentivar el mercado. Es decir, facilitar la explotación y el tráfico de mujeres". Y planteó varias preguntas: "¿Cómo se mejora la situación de alguien forzado a prostituirse? ¿Se puede hablar de ordenar algo que es fruto de la explotación? ¿Es esa explotación una actividad laboral?

La directora general de la Mujer de la Comunidad, Asunción Miura, apuntó: "No es lo mismo vender la fuerza de trabajo que comercializar el propio cuerpo". "Se habla poco del cliente", dijo, "pero si existe la prostitución es porque hay demanda".

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