Chirac prepara su reelección y se apunta al mandato quinquenal

En Bregançon, frente al mar Mediterráneo, el presidente Jacques Chirac deshoja la margarita de la reducción del mandato presidencial de siete a cinco años y busca argumentos para justificar su cambio de actitud, ahora parece que favorable al antes denostado quinquenio. Mientras, en París, la justicia y los diputados siguen interesándose por sus casi veinte años (1977-95) de mandato como alcalde de París.El pasado lunes 15, dirigentes de la derecha, entre ellos diputados, tenientes de alcalde y consejeros regionales, fueron inculpados por un juez que investiga la inscripción en una circunscripc...

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En Bregançon, frente al mar Mediterráneo, el presidente Jacques Chirac deshoja la margarita de la reducción del mandato presidencial de siete a cinco años y busca argumentos para justificar su cambio de actitud, ahora parece que favorable al antes denostado quinquenio. Mientras, en París, la justicia y los diputados siguen interesándose por sus casi veinte años (1977-95) de mandato como alcalde de París.El pasado lunes 15, dirigentes de la derecha, entre ellos diputados, tenientes de alcalde y consejeros regionales, fueron inculpados por un juez que investiga la inscripción en una circunscripción electoral de la capital de 1.500 funcionarios de la alcaldía que no vivían en la zona. El diputado ecologista Noël Mamère reclamó el miércoles al ejecutivo que ordenase la revisión de las listas electorales de París. Mamère habló de electores fantasma y de la curiosa propensión de éstos a votar a favor de gaullistas y liberales. Mamère se atrevió, además, a nombrar a Chirac como principal beneficiario e impulsor de las trapisondas electorales. "Éste es uno de los mayores escándalos de la República y es Chirac el que ha dado el visto bueno a esas maniobras desde 1977".

La derecha reclamó enseguida una reunión del secretariado de la Asamblea Nacional. La tradición quiere que el presidente, su nombre, quede al margen de las querellas políticas. El presidente de la Cámara, el socialista Raymond Forni, lanzó una llamada al orden dirigida a Mamère y calificó sus palabras de "ataque personal inadmisible". De pronto, el grupo socialista, por respeto a la tradición, se encontró defendiendo el honor de Chirac, pero no lo hizo de manera unánime.

Philippe Séguin, candidato gaullista a la alcaldía, ha exigido públicamente un nuevo censo electoral de la capital para antes de marzo de 2001, intentando así desmarcarse de un pasado que mantiene en crisis permanente a una derecha que sabe, sin embargo, que para las presidenciales de 2002 tiene como único líder posible a Chirac. Éste, mientras sea presidente, es "irresponsable en el plano jurídico y en el político", y queda al margen de cualquier procesamiento.

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