La Alhambra se opone a la invasión de su territorio
El Patronato de la Alhambra no está dispuesto a permitir la "invasión" del territorio protegido y ha plantado cara al Ayuntamiento de Granada para impedir la ampliación del cementerio por la Dehesa del Generalife. La comisión técnica ha presentado una contundente alegación al Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) en la que exige la salvaguarda del la totalidad del recinto y acusa al Ayuntamiento de entrometerse en las competencias de la administraciones central y autonómica.El conflicto sobre la ampliación del cementerio ha cobrado unas proporciones semejantes a las vividas en 1983 cuando e...
El Patronato de la Alhambra no está dispuesto a permitir la "invasión" del territorio protegido y ha plantado cara al Ayuntamiento de Granada para impedir la ampliación del cementerio por la Dehesa del Generalife. La comisión técnica ha presentado una contundente alegación al Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) en la que exige la salvaguarda del la totalidad del recinto y acusa al Ayuntamiento de entrometerse en las competencias de la administraciones central y autonómica.El conflicto sobre la ampliación del cementerio ha cobrado unas proporciones semejantes a las vividas en 1983 cuando el Ayuntamiento, también con alcalde socialista, intentó urbanizar la zona de los Alijares.
La Alhambra, con el apoyo de la Unesco y de la Consejería de Cultura, no está dispuesta a consentir que el municipio, a través del PGOU, infrinja el "régimen de protección" previsto en el plan especial de la Alhambra ni "mutile un fragmento importante del camino que une los valles del Darro y del río Genil, utilizado históricamente como nexo de unión de las cuencas".
La zona reservada para la ampliación del cementerio está situada, según los técnicos de la Alhambra, en una cota superior a las del palacio del Generalife con lo que las hileras de nichos "se podrían apreciar desde la alcazaba del Generalife, el Paseo de Secano y las Torres, así como desde el parque los Alixares, el Cerro del Aire y el parque de acceso, pasando a formar parte del fondo del conjunto monumental, con el impacto visual que esto supondría".
Pero la hipotética ampliación del cementerio municipal no supondría sólo un antentado paisajístico en un espacio declarado Patrimonio de la Humanidad, sino un "invasión por parte de la Administración municipal" de las competencias del Gobierno de la nación y de la Junta de Andalucía.
Por un lado, recuerda la alegación, el Estado es el titular registral de los terrenos en cuestión. De otro, para llevar a cabo el proyecto, sería menester contar con la aceptación de la Consejería de Cultura. La Junta se ha opuesto a la modificación del cementerio en dos ocasiones, la primera, a través de la Comisión del Patrimonio Histórico, que el 18 de febrero de 1999 resolvió "no autorizar la actuación propuesta". En el mes de julio de ese mismo año, la propia delegación de Cultura desestimó el recurso interpuesto por la empresa municipal de cementerios.
Los técnicos de la Alhambra fundamentan su negativa al proyecto en los criterios generales de la Unesco para la protección de los lugares declarados Patrimonio de la Humanidad. El organismo internacional advierte que cada conjunto histórico y su entorno "deben ser considerados en su globalidad como un todo coherente cuyo equilibrio y naturaleza específica dependen de las síntesis de las partes de que está compuesto".
Siguiendo estas recomendaciones el Patronato advierte en la alegación de que ha de optarse por proteger el conjunto "no como una creación arquitectónica aislada sino como lugar o territorio en relación con el que adquiere pleno significado". El pasado otoño Junta y Ayuntamiento negociaron infructuosamente la construcción de un nuevo cementerio.