El juicio del 'caso Atlético' empieza mañana con Gil pendiente de un marcapasos
El juicio del caso Atlético comienza mañana con el interrogatorio del fiscal Carlos Castresana al principal encausado, el alcalde de Marbella, Jesús Gil y Gil. El presidente del Atlético de Madrid se sienta en el banquillo, en un delicado momento de salud, acusado de prevaricación, malversación de caudales públicos, falsedad documental y tráfico de influencias. Según su abogado defensor, Horacio Oliva, a Gil le han instalado un holter, con el objeto de controlar "durante dos o tres días" si efectivamente tiene arritmias graves. Este aparato realiza mediante un transmisor portátil, un electro c...
El juicio del caso Atlético comienza mañana con el interrogatorio del fiscal Carlos Castresana al principal encausado, el alcalde de Marbella, Jesús Gil y Gil. El presidente del Atlético de Madrid se sienta en el banquillo, en un delicado momento de salud, acusado de prevaricación, malversación de caudales públicos, falsedad documental y tráfico de influencias. Según su abogado defensor, Horacio Oliva, a Gil le han instalado un holter, con el objeto de controlar "durante dos o tres días" si efectivamente tiene arritmias graves. Este aparato realiza mediante un transmisor portátil, un electro continuo. Si las pruebas lo aconsejaran, "es posible que la semana próxima o más bien la siguiente se le implante un marcapasos", añadió Oliva. El defensor de Jesús Gil descartó, sin embargo, que vaya a pedir el aplazamiento o suspensión del juicio. "Pediríamos permiso a la sala, cuando estuvieran declarando otros testigos". Este será el primer proceso que se televisa en la Audiencia de Málaga. Vía Digital lo difundirá por su canal Tribunal Televisión, tras haber conseguido el permiso del presidente de la Sección Segunda de la Audiencia, José María Muñoz Caparrós, que preside el tribunal del caso Atlético. De los testigos que no quieran que su imagen sea grabada, sólo se facilitará el sonido.
A Gil y otros once encausados se les acusa del presunto desvío de 450 millones de pesetas de las arcas municipales al Atlético de Madrid y otros acuerdos irregulares de patrocinio con diferentes clubes deportivos, como el Sevilla, el Betis y el Joventut de Badalona. El fiscal anticorrupción pide para Gil 34 años de cárcel, 121 años de inhabilitación y 2.000 millones de multa.