El alcalde declara que la "etnia rumana" no viene a Madrid a trabajar, sino a situarse en la marginación

El alcalde de Madrid, José María Álvarez del Manzano, explicó ayer algunas de las diferencias que, a su juicio, distinguen a los diversos grupos de inmigrantes que viven en la capital. El regidor afirmó que "la etnia magrebí, en general, viene aquí a trabajar", mientras que otras "etnias", como la rumana, optan por "situarse en la marginación". Estas últimas, según Álvarez del Manzano, "sobran", mientras que el Ayuntamiento está "encantado" de atender a las primeras. El alcalde pidió una legislación "suficientemente clara" para distinguir entre ambos tipos de inmigrantes.

José María Álv...

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El alcalde de Madrid, José María Álvarez del Manzano, explicó ayer algunas de las diferencias que, a su juicio, distinguen a los diversos grupos de inmigrantes que viven en la capital. El regidor afirmó que "la etnia magrebí, en general, viene aquí a trabajar", mientras que otras "etnias", como la rumana, optan por "situarse en la marginación". Estas últimas, según Álvarez del Manzano, "sobran", mientras que el Ayuntamiento está "encantado" de atender a las primeras. El alcalde pidió una legislación "suficientemente clara" para distinguir entre ambos tipos de inmigrantes.

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José María Álvarez del Manzano, entrevistado en Los desayunos de RTVE, hizo en la mañana de ayer las siguientes declaraciones: "El inmigrante que viene aquí con deseo de incorporarse a la vida activa y trabajar, ése encuentra acogida, y nosotros estamos encantados de poderle atender. La etnia magrebí, en general, viene aquí a trabajar. No así otras etnias. Por ejemplo, los rumanos no vienen a trabajar y tenemos problemas con ellos". El regidor pidió que se distinga entre ambos tipos de inmigrantes, y añadió: "Necesitamos una legislación suficientemente clara que diga: 'Mire usted, el que venga a trabajar y quiera incorporarse a nuestra sociedad, bienvenido sea; el que no venga a incorporarse, sea nacional o extranjero, sino que venga a situarse en la marginación, pues sobra".En la región de Madrid viven unos 5.000 ciudadanos rumanos, de los cuales cerca de 400 son gitanos. El cónsul de Rumania, Alexandru Lincu, cree que el problema es que el alcalde "no distingue entre los rumanos gitanos y los que no lo son. Éstos vienen a España a trabajar; los gitanos, depende. Algunos vienen a trabajar; otros, a hacer otras cosas". "Entre la población rumana en Madrid hay muchos profesores, ingenieros, futbolistas, artistas...", explicó Lincu, que añadió: "Los gitanos, no por su culpa, sino por motivos históricos, tienen conductas a veces distintas y no adecuadas".

De hecho, la "etnia rumana" a la que se refirió Álvarez del Manzano ayer no existe, según un profesor de antropología de la Universidad Complutense. "En Rumania hay muchas etnias. Hablar de una etnia rumana es tan erróneo como referirse a la etnia española o a la francesa", explica este antropólogo.

Campamento nómada

El gobierno municipal y la Delegación del Gobierno central expulsaron, en julio del año pasado, a 100 familias rumanas gitanas del barrio de Malmea (Fuencarral), donde malvivían desde hacía un año. La mitad de esas familias fueron acogidas posteriormente en tres campamentos habilitados al efecto en Ciudad Escolar y Camino de San Roque (Fuencarral) y en Cañada Real (Vallecas Villa). Este último ha sido desalojado para levantar el primer campamento de inmigrantes nómadas de España, y las familias rumanas acogidas allí han sido distribuidas entre los dos campamentos de Fuencarral.

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El Ayuntamiento anunció en enero que 28 de esas familias serán realojadas en breve en pisos de alquiler, a pagar entre el Consistorio y los propios inmigrantes, a condición de que acrediten estar en posesión de un empleo estable. Pero la inserción laboral de esta comunidad está resultando difícil, según el director general de Servicios Sociales de la Comunidad, Tomás Vera, quien hace unas semanas afirmó que los rumanos gitanos de Fuencarral prefieren seguir vendiendo revistas como La Farola antes que aceptar los trabajos no cualificados que se les ha ofrecido.

Cruz Roja, una de las asociaciones que trabajan con las familias alojadas en Fuencarral, replicó que estos inmigrantes "ganan más dinero vendiendo ese tipo de revistas del que obtendrían con un trabajo no cualificado". PSOE e IU han pedido a la Comunidad que investigue si los rumanos gitanos se resisten a dejar de vender esas publicaciones por propia voluntad o porque están obligados de alguna manera con supuestas mafias que les hayan facilitado la entrada en España.

Las declaraciones del alcalde fueron criticadas ayer por la oposición municipal. Cristina Narbona, portavoz adjunta del grupo municipal socialista, calificó de "barbaridad" las afirmaciones de Álvarez del Manzano. "Es muy grave que se descalifique a todo un colectivo con un argumento tan banal", dijo Narbona. "Claro que hay gente que no acepta algunas normas de convivencia, pero no sólo entre los rumanos, sino también entre los españoles", añadió.

Inés Sabanés, portavoz de IU en el Ayuntamiento, mostró también su desagrado por las palabras del regidor. "Es cierto que hay un tipo de inmigración más nómada, pero frente a ella lo que debe hacer un Gobierno es crear infraestructuras provisionales de acogida y ponerse de acuerdo con el resto de administraciones para llevar a cabo políticas sociales", afirmó Sabanés. La portavoz de IU recordó que Madrid está constituida por "sucesivas oleadas de inmigrantes, con la única diferencia de que ahora proceden de otros países y de otras culturas".

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