La operadora acelera los planes para comprar las filiales en América Latina
Tras el fracaso del proyecto de fusión con la holandesa KPN, Telefónica, en línea con los deseos de su núcleo estable de accionistas, ha acelerado la puesta en marcha de la denominada Operación Verónica. Ésta tiene como fin hacerse con el control absoluto de Telefónica de Argentina (donde ahora controla el 51%), Telefónica de Perú (36,44%) y las filiales en Brasil, Telesp y Telesudeste Celular.Si la fusión con KPN hubiera seguido adelante, la Operación Verónica -pendiente de autorización de la comisión de valores estadounidense, la SEC, dado que las filiales cotizan en Nueva York- se habría r...
Tras el fracaso del proyecto de fusión con la holandesa KPN, Telefónica, en línea con los deseos de su núcleo estable de accionistas, ha acelerado la puesta en marcha de la denominada Operación Verónica. Ésta tiene como fin hacerse con el control absoluto de Telefónica de Argentina (donde ahora controla el 51%), Telefónica de Perú (36,44%) y las filiales en Brasil, Telesp y Telesudeste Celular.Si la fusión con KPN hubiera seguido adelante, la Operación Verónica -pendiente de autorización de la comisión de valores estadounidense, la SEC, dado que las filiales cotizan en Nueva York- se habría retrasado algunos meses. Ahora no hay razón para que sea así. En estas OPA, Telefónica tendría que hacer una ampliación de capital por un valor superior a los 2,5 billones, según el valor actual de la operadora en Bolsa. Cuando las anunció valía 17 billones y el valor de la ampliación era un billón más. Las ofertas son importantes porque de ella depende la valoración global de Telefónica, dato clave en cualquier eventual negociación.
Ayer se reunió la Comisión Delegada de la compañía, presidida por Juan Villalonga y de la que forman parte dos representantes del BBVA, uno de La Caixa, dos consejeros independientes y tres ejecutivos (el propio Villalonga, que ayer se trasladó a Madrid, Luis Martín Bustamente y Antonio Viana). Según fuentes de la compañía, la comisión abordó asuntos empresariales, pero no los relacionados con la crisis originada por la oposición del BBVA y La Caixa a la fusión con KPN.