Un vecino de Argentona confiesa haber asesinado a su compañera en 1993

R. R. M., de 37 años y vecino de Argentona, se ha declarado ante la Guardia Civil culpable del asesinato en 1993 de una joven con la que mantenía relaciones. El hombre se personó voluntariamente en el cuartel de la Guardia Civil de Argentona y confesó ser el autor de la muerte de Josefa R. G., de 27 años. Después de tomarle declaración, el titular del juzgado número 5 de Mataró ordenó el ingreso en prisión.

Los remordimientos fueron muy fuertes y el peso de la conciencia hizo que R. R. M. acabara confesando siete años después de haber cometido el crimen. El hombre se personó sobre las 2...

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R. R. M., de 37 años y vecino de Argentona, se ha declarado ante la Guardia Civil culpable del asesinato en 1993 de una joven con la que mantenía relaciones. El hombre se personó voluntariamente en el cuartel de la Guardia Civil de Argentona y confesó ser el autor de la muerte de Josefa R. G., de 27 años. Después de tomarle declaración, el titular del juzgado número 5 de Mataró ordenó el ingreso en prisión.

Los remordimientos fueron muy fuertes y el peso de la conciencia hizo que R. R. M. acabara confesando siete años después de haber cometido el crimen. El hombre se personó sobre las 23.30 horas del día 30 de abril en el cuartel de la Guardia Civil para declararse autor de un asesinato que estaba a punto de ser archivado. Tras realizar varias comprobaciones en torno a la declaración, el hombre fue detenido el pasado lunes.Josefa R. G. apareció estrangulada en su domicilio de Badalona el 24 de abril de 1993. Agentes del Cuerpo Nacional de Policía llevaron las investigaciones sin éxito.

El presunto asesino es soltero y en la época en la que cometió el crimen vivía en Badalona con sus padres, en el mismo inmueble que la víctima, una chica de 27 años con quien mantenía relaciones. En su declaración, el presunto asesino aseguró que había matado a la mujer después de haber mantenido una discusión violenta, y añadió que optó por confesar el asesinato porque no podía aguantar más los "remordimientos" que lo asolaban desde entonces. Aunque todo indica que el asesinato tuvo un móvil pasional, no se descartan otras opciones.

Después de matar a la joven, R. R. M. siguió haciendo vida normal. Hace pocos meses se trasladó a Argentona por motivos laborales, ya que había encontrado trabajo en esta población. Fue precisamente ante la Guardia Civil de Argentona donde confesó su crimen. Tras declarar ante la juez de Mataró, ingresó en la cárcel Modelo de Barcelona.

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