EL NUEVO GOBIERNO

Aznar sólo permitió elegir cartera a Cascos y no le dijo su destino a Piqué hasta la cena del miércoles

Aunque el núcleo duro del nuevo Gobierno, es decir Mariano Rajoy, Rodrigo Rato, Josep Piqué y Jaime Mayor, sabía que seguiría en relevantes funciones ejecutivas hace tiempo, José María Aznar no se lo confirmó expresamente hasta esta semana. Hace un par de meses, sin embargo, sí mantuvo una conversación con Francisco Álvarez Cascos. Éste le pidió entonces la cartera de Fomento. Ha sido, pues, el único de sus colaboradores con esa capacidad de elección. Aznar, por ejemplo, esperó hasta la cena festiva del miércoles en La Moncloa para comunicarle a Piqué su destino.

Ni Mariano Rajoy ni Rod...

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Aunque el núcleo duro del nuevo Gobierno, es decir Mariano Rajoy, Rodrigo Rato, Josep Piqué y Jaime Mayor, sabía que seguiría en relevantes funciones ejecutivas hace tiempo, José María Aznar no se lo confirmó expresamente hasta esta semana. Hace un par de meses, sin embargo, sí mantuvo una conversación con Francisco Álvarez Cascos. Éste le pidió entonces la cartera de Fomento. Ha sido, pues, el único de sus colaboradores con esa capacidad de elección. Aznar, por ejemplo, esperó hasta la cena festiva del miércoles en La Moncloa para comunicarle a Piqué su destino.

Ni Mariano Rajoy ni Rodrigo Rato, los hombres fuertes del nuevo Gobierno, han llegado a manifestar directamente a José María Aznar cuáles eran sus preferencias. Pero el presidente las intuía. Hacía tiempo que el propio Rato había confirmado en su entorno que no se marcharía, en contra de lo rumoreado, al Ministerio de Exteriores por razones políticas y familiares e incluso se atrevió a vaticinar que seguiría en su puesto. Rajoy también presumía de que sus nuevas responsabilidades gubernamentales serían importantes.Fuentes cercanas a Aznar han confirmado, por contra, que el presidente sí quiso tener con Francisco Álvarez Cascos, hace algo más de dos meses, la deferencia de conocer su disposición. Así, pues, se reunieron y el entonces vicepresidente primero se mostró interesado por el Ministerio de Fomento.

En cambio, otras fuentes del PP daban por hecho que Cascos recalaría en Defensa por ser un departamento directamente dependiente de Aznar y sin la supervisión, todos los jueves en la Comisión delegada de Asuntos Económicos, del vicepresidente coordinador del área, Rato, hasta ahora por debajo de su nivel político. Se equivocaron.

En el partido se recuerda también que Cascos, tras desempeñar durante diez años el cargo de secretario general, tiene el suficiente conocimiento de la organización para ejercer una función reequilibradora, en el sentido territorial y partidista, de las fuertes inversiones previstas ahora para su nuevo cometido.

Cena festiva en La Moncloa

Aznar también tuvo un aparte especial con Piqué para acomodarle en su nuevo Ejecutivo, pero no hace varios meses, sino apenas el miércoles por la noche.

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Su esposa, Ana Botella, y él invitaron a más de medio centenar de amigos y políticos cercanos a cenar en La Moncloa para festejar su investidura presidencial, algo que ya habían hecho, aunque de forma más reducida, en 1996. Al final de la velada, Aznar se apartó, formó un círculo de colaboradores y le dijo a Piqué que iba a ser el nuevo titular de Exteriores. Un encargo que resuelve la complicada exposición semanal de Piqué como portavoz del Gobierno, aunque le distancia del poder real porque, como advierte uno de sus incondicionales en la cúpula, "en el avión y con Aznar como verdadero ministro de Exteriores no se manda".

Fuentes de la dirección del PP indicaron ayer que Aznar tomó la decisión de prescindir de Rafael Arias-Salgado, responsable hasta ahora de Fomento, a mediados de enero, cuando aceptó que ascendiese hasta el puesto número tres de la lista electoral del partido por Madrid, tras él mismo y Rato, señalado como su teórico sucesor.

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