EL NUEVO GOBIERNO

El Gobierno se estrena con un plan de empleo

Los ministros pedirán comparecer en el Congreso de los Diputados para explicar sus próximas actuaciones

El primer Consejo de Ministros del nuevo Gobierno, celebrado ayer, decidió la aprobación de un Plan de Empleo, la comparecencia de todos sus titulares en el Congreso de los Diputados para que expliquen cuáles serán sus primeras actuaciones y los tres primeros nombramientos: José Folgado, secretario de Estado de Economía, de la Energía y de la Pequeña y Mediana Empresa; Carlos Aragonés, director del Gabinete del presidente del Gobierno, con rango de secretario de Estado; y Miguel Ángel Sánchez, director del Gabinete del vicepresidente segundo, con rango de subsecretario. La cadena más important...

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El primer Consejo de Ministros del nuevo Gobierno, celebrado ayer, decidió la aprobación de un Plan de Empleo, la comparecencia de todos sus titulares en el Congreso de los Diputados para que expliquen cuáles serán sus primeras actuaciones y los tres primeros nombramientos: José Folgado, secretario de Estado de Economía, de la Energía y de la Pequeña y Mediana Empresa; Carlos Aragonés, director del Gabinete del presidente del Gobierno, con rango de secretario de Estado; y Miguel Ángel Sánchez, director del Gabinete del vicepresidente segundo, con rango de subsecretario. La cadena más importante de nombramientos se relega para la próxima reunión. Ayer los ministros sólo tuvieron tiempo de tomar posesión.La primera comparecencia pública la protagonizaron el nuevo Portavoz, Pío Cabanillas; su antecesor en estas funciones, Josep Piqué (ahora en Exteriores), y el titular de Trabajo, Juan Carlos Aparicio. Cabanillas resaltó el diálogo social como prioridad del nuevo Ejecutivo, y en esta línea planteó como prioridades la renovación del Pacto de Toledo -para garantizar el mantenimiento y la revalorización de las pensiones- y una reforma del mercado laboral pactada con sindicatos y patronal. Aparicio corroboró este mensaje.

El mismo hecho de que en la primera sesión del nuevo Gobierno se aprobase un Plan de Empleo fue todo un emblema de las intenciones de este Ejecutivo de José María Aznar. En contraste, fuentes gubernamentales aseguran que el presidente no tiene previsto, por el momento, abrir una ronda de contactos con los líderes de los partidos parlamentarios para hablarles de sus anunciados pactos de Estado. Lo dejará para más adelante, incluso las entrevistas con los dirigentes de las formaciones que le apoyaron en la investidura: CiU y CC.

La reunión del nuevo Consejo de Ministros fue breve, de sólo una hora de duración. Aznar dio la bienvenida a todos los ministros y les comprometió a todos para que comparezcan a petición propia en el Congreso para exponer sus planes.

Aparicio admitió que adelantada la legislatura podría haber nuevas reestructuraciones de departamentos, una vez que se completen los traspasos de la Sanidad a las comunidades autónomas. Concretamente podría crearse un nuevo Ministerio de la Seguridad Social, separado de Trabajo.

La aprobación del Plan de Empleo en esta primera sesión del gabinete viene forzada porque el 30 de abril se agota el plazo fijado por la Comisión Europea para presentarlo en Bruselas. La dotación económica de 1,9 billones de pesetas está ya recogida en su totalidad en los Presupuestos Generales del Estado del año 2000, y supone un aumento del 30% respecto a los fondos destinados el año pasado.

El plan detalla las actuaciones de formación y orientación a los parados que el Gobierno tiene en marcha, y está destinado a 1.100.000 desempleados de un colectivo potencial de 2.190.000. Eso supone un cumplimiento parcial del compromiso del PP en la campaña electoral, consistente en que ningún parado quede sin una acción de apoyo.

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La dotación para políticas activas de empleo se incrementa un 16,5% respecto a 1999 y alcanza los 591.598 millones de pesetas, que se destinarán especialmente a cuatro colectivos: jóvenes parados de menos de 25 años que llevan 6 meses en las listas del Inem, los mayores de 45 que han permanecido sin trabajo más de un año, parados de larga duración y discapacitados.

El plan prevé igualmente una partida de 207.242 millones de pesetas para fomento y gestión del empleo, 139.596 para formación ocupacional, 124.426 para formación continua, 71.028 para formación para el empleo y 49.656 para otras actuaciones.

A las empresas se dirigen unas líneas de crédito, destinadas especialmente a las pequeñas y medianas, por un importe total de 596.300 millones. Y otros 137.000 millones para apoyar a las sociedades para que sean más competitivas desde el punto de vista tecnológico y se puedan incorporar a la nueva economía de la información y el conocimiento. Por la vía de bonificaciones a la contratación, particularmente de mujeres, las empresas recibirán otros 285.159 millones.

El plan incluye una actuación también prevista en los Presupuestos Generales que consiste en la renta de inserción, por la que unos 90.000 parados mayores de 45 años y de larga duración recibirán unas 50.000 pesetas mensuales mientras realizan acciones de formación y empleo.El Gobierno ha cerrado la elaboración del plan tras un periodo de consultas con los agentes sociales en el que no ha obtenido el apoyo de sindicatos y patronal.

El presidente recuerda a todos sus ministros cuáles deben ser las prioridades de sus departamentos

Una buena parte de la hora que duró el primer Consejo de Ministros del nuevo Gobierno la consumió José María Aznar en recordar, uno por uno, a sus 16 ministros las prioridades de sus departamentos, unas prioridades que él mismo adelantó en su reciente discurso de investidura en el Congreso de los Diputados, en el que consiguió 202 votos de un total de 350.La cuestión no fue una redundancia, según fuentes de propia La Moncloa, ya que este gabinete dispone de ocho nuevas caras con respecto al anterior, y además sólo tres de los que repiten permanecen en su función anterior: Rodrigo Rato, como vicepresidente económico; Jaime Mayor, en Interior, y Juan Carlos Aparicio, en Trabajo, departamento en el que lleva sólo desde febrero de este año.

Aznar les recordó la prioridad de los compromisos sociales que adquiere el nuevo gabitene y resaltó la inmediata puesta en marcha de la renovación del Pacto de Toledo para abordar la revisión del sistema de prejubilaciones y la revisión de las pensiones más bajas, así como la apertura del diálogo con los sindicatos y las organizaciones empresariales para afrontar ya una reforma del mercado laboral, a la que luego aludió en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros el titular de Trabajo.

Al nuevo ministro de Fomento, Francisco Álvarez Cascos, le recordó que la presentación del Plan Hidrológico Nacional es otra prioridad que debe ser presentada con inmediatez. Su antecesora en el cargo, Isabel Tocino, le ha dejado avanzada la tarea.

Al titular de Defensa, Federico Trillo, le recordó la prioridad del objetivo de la supresión del servicio militar obligatorio antes de que finalice el año 2001.

También tiene un encargo de Aznar sobre fechas precisas el vicepresidente económico, Rodrigo Rato, que tendrá que negociar y cerrar un acuerdo sobre el nuevo modelo de financiación autonómica antes de que finalice el próximo año. Paralelamente, Rato deberá presentar su plan de reducción de impuestos.

Otra de las prioridades en las que ayer puso énfasis Aznar fue un pacto para la anunciada reforma de la Administración de Justicia, tarea que tendrá que llevar adelante el nuevo titular de este departamento, Ángel Acebes, y que incluirá la reestructuración del sistema penal y la inmediata ratificación del Tratado de Constitución del Tribunal Penal Internacional.

A la nueva ministra de Educación, Ciencia y Deportes, Pilar del Castillo, le encargó la reforma de la enseñanza de las Humanidades.

Al nuevo vicepresidente primero, Mariano Rajoy, le corresponderá coordinar la realización del programa de gobierno del PP y la puesta en marcha de los pactos de Estado que Aznar quiere negociar con todas las fuerzas políticas representadas en el Congreso.

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