De 'número dos' a sólo ministro
El nuevo destino político de Francisco Álvarez Cascos (Madrid, 1 de octubre de 1947; ingeniero de caminos) será el Ministerio de Fomento, un departamento que hasta ahora dirigía Rafael Arias Salgado y en el que tendrá como principal cometido poner en marcha el Plan de Infraestructuras 2000-2007, dotado con 19 billones de pesetas. El que ejerció durante diez años como "general secretario" del PP, como le denominaban irónicamente en el partido, ha pasado en apenas año y medio de ser número dos de los populares y vicepresidente primero del Gobierno a sólo ministro, pero se hace con una cartera fu...
El nuevo destino político de Francisco Álvarez Cascos (Madrid, 1 de octubre de 1947; ingeniero de caminos) será el Ministerio de Fomento, un departamento que hasta ahora dirigía Rafael Arias Salgado y en el que tendrá como principal cometido poner en marcha el Plan de Infraestructuras 2000-2007, dotado con 19 billones de pesetas. El que ejerció durante diez años como "general secretario" del PP, como le denominaban irónicamente en el partido, ha pasado en apenas año y medio de ser número dos de los populares y vicepresidente primero del Gobierno a sólo ministro, pero se hace con una cartera fuertemente inversora en la que tendrá oportunidad de demostrar, comunidad por comunidad, la experiencia negociadora que ha ido adquiriendo en sus continuos recorridos por las organizaciones territoriales del PP.Los dirigentes del partido recuerdan siempre la formación de ingeniero de Cascos, en la Escuela Superior Técnica de Madrid, para definir el estilo de sus discursos y de su gestión: sólido, cartesiano, matemático, con una cascada de números y últimamente de diapositivas para ilustrar con todo tipo de gráficos unos extensos balances en los que no olvidaba citar un sólo kilogramo de cemento invertido con dinero público. Sin embargo, no se le conoce por la impronta que dejaron sus diseños como ingeniero. Él es profesionalmente un político.
El empujón se lo proporcionó Manuel Fraga, el patrón y fundador de AP y del PP, cuando en 1989, tras defenestrar a Antonio Hernández Mancha, le nombró secretario general del partido. Luego, en 1996, Aznar le nombró también vicepresidente de su primer gabinete, con la responsabilidad de iniciar la guerra mediática. -Cas-cos siempre ha demostrado un denodado interés por el mundo de los medios de comunica-ción-. Ahora, tras dejar en 1999 el testigo de la vieja guardia del PP a la sonrisa reformista de Javier Arenas, se repliega en Fomento.