Los coches se topan en el regreso de la Semana Santa con los atascos en los límites de la región

Los madrileños sufrieron ayer atascos casi interminables para regresar a casa. Todas las carreteras acumularon desde la tarde y hasta la medianoche retenciones a lo largo de 100 kilómetros. El caso que se repitió un año más fue la autovía de Valencia (N-III). Todas las retenciones se dieron, en general, fuera de la Comunidad de Madrid, en especial en Cuenca, Segovia, Ciudad Real y Toledo. La excepción la marcaron Aranjuez, en la carretera de Andalucía (N-IV), y Navalcarnero, en la autovía de Extremadura (N-V). Pese a todo, la operación retorno fue más suave de lo que se temía.

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Los madrileños sufrieron ayer atascos casi interminables para regresar a casa. Todas las carreteras acumularon desde la tarde y hasta la medianoche retenciones a lo largo de 100 kilómetros. El caso que se repitió un año más fue la autovía de Valencia (N-III). Todas las retenciones se dieron, en general, fuera de la Comunidad de Madrid, en especial en Cuenca, Segovia, Ciudad Real y Toledo. La excepción la marcaron Aranjuez, en la carretera de Andalucía (N-IV), y Navalcarnero, en la autovía de Extremadura (N-V). Pese a todo, la operación retorno fue más suave de lo que se temía.

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Las carreteras procedentes de las costas levantinas y de Andalucía fueron de nuevo las que soportaron mayor circulación de vehículos. Al igual que ocurriera durante la Operación Salida, miles de vehículos se agolparon en lento movimiento por estas vías. Los problemas en la autovía de Valencia (N-III) se dieron, sobre todo, en la provincia de Cuenca. Los atascos se repartían a las diez y media de la noche en tres puntos: ocho kilómetros, en Belinchón; cuatro, en Honrubia, y diez, en Montalbo. Durante toda la tarde, el trayecto por la región (desde Villarejo de Salvanés hasta la capital) no registró paradas ni tráfico lento, según los datos facilitados por la Dirección General de Tráfico. Eso sí, hubo mucha circulación y trasiego de vehículos. Los conductores que optaron por el antiguo camino para ir a la costa levantina, la N-301, también tuvieron un tapón típico en los desplazamientos masivos de vehículos. Un año más, la travesía de Quintanar de la Orden retuvieron el tráfico a lo largo de cuatro kilómetros.

El peaje de El Espinar

En la carretera de A Coruña (A-6), el punto crítico se repitió como en todas las operaciones retorno. El peaje de El Espinar (Segovia) se convirtió en un embudo incapaz de absorber los miles de vehículos que regresaban a Madrid. Los atascos afectaron a más de 30 kilómetros y se iniciaron desde primera hora de la tarde. En ese tiempo, en Collado-Villalba se registró tráfico lento y paradas intermitentes a lo largo de cuatro kilómetros, según datos de la DGT.

Las incidencias de la carretera de Andalucía se repartieron como un goteo a lo largo de todo su trazado. En la provincia de Ciudad Real, Almuradiel y Valdepeñas fueron los dos puntos de mayor concentración de tráfico con nueve kilómetros de retenciones. En Toledo, Dos Barrios y Ontígola también registraron retenciones durante cuatro kilómetros, cada población. Ya dentro de la Comunidad de Madrid, Aranjuez aparecía en los resúmenes del mediodía de la DGT sobre las incidencias de tráfico con 18 kilómetros de tráfico lento y paradas intermitentes. A partir de las seis de la tarde, el atasco se había reducido a tres kilómetros.

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Navalcarnero se convirtió, dentro de la carretera de Extremadura (N-V), en el punto con mayores problemas de esta vía. Al mediodía, dio retenciones en seis kilómetros. Por la tarde, la situación fue mejorando. En parte, se debió al carril adicional habilitado con conos en el sentido contrario. Igual medida se tomó en el resto de carreteras de acceso a la capital. La carretera de Toledo (N-401) sufrió retenciones en el término municipal de Parla, según Tráfico. Las paradas y el tráfico lento se prolongó del kilómetro 29 al 23. Tras pasar esta zona, la llegada a capital se hacía sin problemas.

Otra población segoviana, Grajera, fue el tapón que frenó el acceso de los conductores que circulaban por la carretera de Burgos (N-I). Éstos soportaron 12 kilómetros de atascos.

La llamada carretera de los pantanos, la M-501 (Alcorcón-San Martín de Valdeiglesias) también vivió largas procesiones de vehículos que volvían de las vacaciones de Semana Santa. Los principales problemas se dieron en Pelayos de la Presa, a lo largo de 11 kilómetros, y en Brunete, durante otros ocho. La salida hacia la carretera de Extremadura se hizo, sin embargo, sin retenciones, según los datos facilitados por la Dirección General de Tráfico. El puerto de Navacerrada tuvo durante toda la jornada problemas de niebla, que también afectaron a su vertiente segoviana.

Tres víctimas mortales

Desde el inicio de la operación especial de Tráfico, el viernes 14 a las 15.00, hasta las 20.00 de ayer, se han contabilizado tres víctimas mortales en las carreteras de la región en otros tantos accidentes. Esta cifra reduce a un 30% las registradas durante la Semana Santa del año pasado, que terminó con diez muertos y 13 heridos graves.

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