Guterres califica el suceso de "crimen repugnante"
El primer ministro portugués, António Guterres, calificó al ataque contra la discoteca africana Luanda como "un acto enloquecido y un crimen repugnante", del que no serían ajenas "algunas luchas de intereses" para lo cual ha ordenado una investigación exhaustiva del caso a los responsables de los ministerios de Justicia e Interior.La alusión a "una lucha de intereses" por parte del jefe del Gobierno portugués viene a reforzar las sospechas manejadas por la Policía Judicial de que el ataque a la discoteca podría haber sido provocado por grupos rivales que tratan de controlar el jugoso negocio d...
El primer ministro portugués, António Guterres, calificó al ataque contra la discoteca africana Luanda como "un acto enloquecido y un crimen repugnante", del que no serían ajenas "algunas luchas de intereses" para lo cual ha ordenado una investigación exhaustiva del caso a los responsables de los ministerios de Justicia e Interior.La alusión a "una lucha de intereses" por parte del jefe del Gobierno portugués viene a reforzar las sospechas manejadas por la Policía Judicial de que el ataque a la discoteca podría haber sido provocado por grupos rivales que tratan de controlar el jugoso negocio de la noche africana en Lisboa. La discoteca Luanda suele ser frecuentada en su mayoría por ciudadanos angoleños que, según sus servicios de seguridad, han tenido algunos problemas con los grupos de caboverdianos. No obstante, fuentes conocedoras de la noche negra lisboeta explican que los bares caboverdianos suelen acoger una clientela fiel, en su mayoría de procedente del citado archipiélago africano, sin que suelan recibir una excesiva mezcla de ciudadanos procedentes de otras ex colonias portuguesas como Angola o Mozambique.
Negocios diferentes
Un miembro del equipo de seguridad de la discoteca Luanda reconoció ayer que el local ha registrado algunos incidentes entre angoleños y caboverdianos, generalmente por causa de mujeres, pero descarta que haya una rivalidad seria entre los locales de unos y otros. "Suelen ser", dijo, "negocios completamente diferentes. Los angoleños se mueven en las discotecas grandes y más nuevas, mientras los caboverdianos frecuentan y controlan los locales más clásicos de música en directo y bailes tradicionales".
Asimismo, el jefe del Gobierno portugués no descartó la posibilidad de que el incidente pueda estar relacionado con el tercer aniversario del ataque a la discoteca y bar de alterne Meia Culpa, en Amarante, a unos 370 kilómetros al norte de Lisboa, donde tres encapuchados prendieron fuego al local dejando 13 muertos y 22 heridos graves.
Guterres admitió que, "tal vez, el hecho de que haya sido el aniversario de una fecha igualmente trágica haya podido tener alguna influencia, pero de cualquier manera es un acto enloquecido y un crimen repugnante". Esas investigaciones demostraron que aquel ataque fue ordenado por el propietario de la discoteca Diamante Negro, que había perdido gran parte de su clientela después de la apertura del Meia Culpa. Según recordaba ayer el diario O Comercio do Porto, el ataque al Meia Culpa constituyó "el crimen más sangriento cometido en Portugal en tiempos de paz".