Tribuna:

Divina

La gauche divine ha llegado a Madrid al cabo de 30 años en forma de exposición. ¿Qué fue la gauche divine? Rosa Regàs lo dijo muy bien en la presentación. No fue un movimiento, sino una corriente. Una "movida" barcelonesa, si se quiere.Hay que ponerse en los años sesenta para entender que un grupo no muy numeroso de artistas, escritores, diseñadores, empresarios, reaccionaran contra la mojigatería de la época para divertirse y para proponer un nuevo estilo de vida y una nueva estética en consonancia con lo que se hacía en Europa.

En la exposición de fotografías montada en el antiguo Mus...

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La gauche divine ha llegado a Madrid al cabo de 30 años en forma de exposición. ¿Qué fue la gauche divine? Rosa Regàs lo dijo muy bien en la presentación. No fue un movimiento, sino una corriente. Una "movida" barcelonesa, si se quiere.Hay que ponerse en los años sesenta para entender que un grupo no muy numeroso de artistas, escritores, diseñadores, empresarios, reaccionaran contra la mojigatería de la época para divertirse y para proponer un nuevo estilo de vida y una nueva estética en consonancia con lo que se hacía en Europa.

En la exposición de fotografías montada en el antiguo Museo de Arte Contemporáneo, o por el catálogo de Lunwerg Editores, se puede ver lo divertido e importante que fue la gauche divine, cuyos centros estuvieron en Bocaccio y en el restaurante Mariona de Barcelona y en la playa de Cadaqués. Le puso el nombre el periodista Joan de Sagarra y los fotógrafos que dejaron constancia de ella fueron Oriol Maspons, Colita y el ya fallecido Xavier Miserachs.

El régimen vio con sospecha a la gauche divine, pero lo notable fue que la izquierda "establecida", aunque clandestina, la gauche terrestre, para entendernos, la miró con desconfianza y la acusó de frivolidad. Hoy se ve que lo aparentemente frívolo era perfectamente serio: un "combate" contra el "qué dirán". Su lema fue: "Que digan lo que quieran".

En la presentación, Colita dijo que es muy difícil hacer fotografías que diviertan. Oriol Regàs, fundador de Bocaccio, recordó que en aquel momento estaban en Barcelona y participaban en aquello García Márquez, Vargas Llosa y Bryce Echenique. Teresa Gimpera, que fue "musa divine", contó que, para que la dejaran salir en televisión en aquella época, había que añadir tela a la minifalda que solía llevar. Y Maspons dijo que los de la gauche divine odiaban la ñoñez, la cutrez y la gilipollez. Explicó que hoy ya no sería posible, porque "¿qué vamos a transgredir ahora?". Pero añadió: "Hoy estamos muy contentos de que hagan santo a Gaudí".

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