El Consell Escolar rechaza el intento de rebajar el 'pacto' a un mero informe

El presidente del Consell Escolar Valencià (CEV), José Luis Narciso, trató ayer, sin éxito, de dar un golpe de efecto por el que la negociación de un Pacto por la calidad de la educación se hubiera quedado en un simple informe aprobado por el pleno del consejo. Esto rebajaba considerablemente las expectativas del propio consejero de Educación, Manuel Tarancón, que ha ofrecido a los agentes educativos una negociación a fondo del sistema educativo valenciano, con un calendario de aplicación y financiación.

La propuesta del presidente del Consell Escolar no encaja en la oferta de "una nego...

El presidente del Consell Escolar Valencià (CEV), José Luis Narciso, trató ayer, sin éxito, de dar un golpe de efecto por el que la negociación de un Pacto por la calidad de la educación se hubiera quedado en un simple informe aprobado por el pleno del consejo. Esto rebajaba considerablemente las expectativas del propio consejero de Educación, Manuel Tarancón, que ha ofrecido a los agentes educativos una negociación a fondo del sistema educativo valenciano, con un calendario de aplicación y financiación.

La propuesta del presidente del Consell Escolar no encaja en la oferta de "una negociación sincera" lanzada por Tarancón, para alcanzar un pacto educativo que permita planificar a cuatro años vista las cuestiones aún no aplicadas de la reforma educativa, su calendarización y su sistema de financiación. En un texto escrito de su propio puño y letra, lo que refleja el tamaño de la improvisación, Narciso propuso ayer al CEV abordar los diez bloques temáticos contenidos en el borrador de pacto ofrecido por el consejero Tarancón (educación Infantil, ESO, enseñanzas de régimen especial, formación del profesorado, infraestructuras educativas, etcétera) en forma de comisiones. "Las comisiones deben ser abiertas y con la participación de aquellos consejeros que están interesados en el tema", puntualizaba la nota de Narciso. Y, acto seguido, proponía un esquema de atribuciones que, según Gonzalo Castillo, de FETE-UGT, priorizaba los consejeros de cada sector (profesorado, padres, patronal, alumnos) en funciónde los temas asignados, para garantizarse la aprobación de cada bloque temático, primero en sus repectivas comisiones, luego en la permanente y finalmente en el pleno del CEV. El formato, puntualiza Castillo, "dejaba atado de pies y manos al consejero". Pero, sobre todo, reducía las expectativas del pacto a un mero informe.Consenso de consejeros

La unidad sindical, además del desmarque posterior de la confederación de padres de alumnos y del alejamiento de la patronal, dejaron solo a Narciso en su intento, coinciden Manolo Picó, de CC OO y Manolo Cabanilles, del STEPV. Los tres sindicatos, explica Castillo, "bajo ningún concepto van a negociar un documento con una entidad que no es el órgano competente". El debate en el seno del CEV, que fue lo acordado al final, "no puede cercenar las negociaciones bilaterales de los sindicatos, patronales y organizaciones de padres y alumnos con la Administración". "Un pacto no es una ley o un decreto", precisa Cabanilles, que añade que "el consejero no envió un documento al CEV para redactar un informe", porque, en caso de haber salido afirmativo, sin el voto de los sindicatos "hubiera nacido roto", y en caso de salir un voto negativo, "hubiera dejado al consejero en un callejón sin salida".

Picó y Castillo propusieron por tanto un modelo de negociación similar al que llevó a cabo el Gobierno de la Comunidad de Madrid, en la Fundación Encuentro. En este caso la negociación tuvo además un árbitro de prestigio, el ex presidente del Consejo Escolar Estatal, Martín Patino. Simultáneamente al debate educativo, el gobierno negoció en mesas paralelas los contenidos del pacto, primero con las confederaciones sindicales, a lo que se sumaron las patronales y asociaciones de padres, y lo culminó con un "pacto de gobierno".