¡Váyase, señor Zaplana!
FRANCESC DE P. BURGUERA
Es una vergüenza que con el dinero público valencianao se contribuya a sufragar las pérdidas de una televisisión pública, como Canal 9, que emite esa "basura televisiva" que se llama "Tómbola". Si una televisión privada quiere emitir un programa como ése, está en su derecho y allá se las componga. Pero cuando se creó la televisión pública valenciana, no figuraba entre sus objetivos -reléase el texto legal de su fundación- que una pandilla de cantamañanas de la llamada "prensa del corazón", viniesen una vez a la semana a Valencia para llevarse una pasta gansa a ca...
FRANCESC DE P. BURGUERA
Es una vergüenza que con el dinero público valencianao se contribuya a sufragar las pérdidas de una televisisión pública, como Canal 9, que emite esa "basura televisiva" que se llama "Tómbola". Si una televisión privada quiere emitir un programa como ése, está en su derecho y allá se las componga. Pero cuando se creó la televisión pública valenciana, no figuraba entre sus objetivos -reléase el texto legal de su fundación- que una pandilla de cantamañanas de la llamada "prensa del corazón", viniesen una vez a la semana a Valencia para llevarse una pasta gansa a cambio de representar en Canal 9 una comedia, perfectamente diseñada, con el único fin de ir viviendo del "cuento". Del cuento consistente en ofrecer cada jueves la función teatral -porque función teatral es, y no otra cosa- en que cada uno de los actores sabe el papel que viene a representar. Los actores-periodistas cobran por sus impertinencias y los actores-invitados cobran por dejarse someter a las impertinencias de los primeros. Luego pasan por caja y... ¡hasta la semana que viene!.
"Un señor que es un cornudo y te dice que tú te has acostado con su mujer...". "David dijo muchas cosas... y aseguraba que el único que no se acostó con mi mujer fue el decorador". "Que no me la tiré, que no me acosté con ella".... De éste tenor era la conversación que los llamados periodistas y alguno de los invitados mantenían ante las cámaras el pasado jueves 30 de marzo. Y con ello informaban a la audiencia del cruce de bragas y calzoncillos. Uno no es un pazguato, ni un ñoño, ni un boquimuelle ni un candoroso. ¡Bueno fuera a estas alturas de la vida! Pero sí afirma que la Televisión Valenciana no se creó para ofrecer estas habladurías y comadreos de portería sino para fines culturalmente más nobles. Para la "telebasura" ya están las televisiones privadas que con su dinero pueden hacer lo que mejor les plazca. Y no se me diga que "Tómbola" es un programa que se autofinancia. No importa. Lo que es necesario es que la TVV cumpla con los fines para los que fue creada. Por eso le digo, "¡Váyase, señor Zaplana!", si esa es la televisión pública valenciana que usted propugna, acepta y tolera.
Sí, sí, ya sé que usted ha sido elegido por mayoría absoluta y pedir que se marche puede ser que no sea democrático. Pero también, el señor Aznar, cuando estaba en la oposición, le pedía desde la tribuna del Congreso al presidente del Gobierno español, elegido como usted democráticamente: "¡Váyase, señor González!". Y había que ver cómo le aplaudían enfervorizados desde los escaños del PP. Si un demócrata de toda la vida como es el señor Aznar, se permitía pedir a todo un presidente del Gobierno elegido por el pueblo que se fuése, ¿no puede uno seguir su ejemplo?. Yo, como el señor Aznar en el caso citado, tampoco estoy de acuerdo con su política. Y no sólo la televisiva. Por eso, y siguiendo el ejemplo y sin salirme de las maneras de proceder 'aznarianas' le digo: "¡Váyase, señor. Zaplana!" Claro que usted está en todo su derecho de no hacer caso y seguir gobernando con mano y pulso firmes esta Comunidad, de cuya existencia ha tenido conocimiento el mundo entero gracias a Julio Iglesias y no al pasadoble del maestro Padilla.