El fiscal pide tres meses de cárcel para un empresario por vertidos tóxicos

El fiscal pide tres meses de prisión para el responsable de la empresa Simensa, ubicada en el distrito de Ciudad Lineal, por un presunto delito ecológico al verter al alcantarillado productos contaminantes con efectos corrosivos. Ecologistas en Acción, personada como acusación particular, eleva la pena a 6 meses y 3 millones de pesetas de multa. El juicio empezó ayer en el Juzgado número 5 de lo Penal de Plaza de Castilla. La empresa se dedica a la fabricación de transformados de metales preciosos para joyería y electrotecnia.La abogada de Ecologistas en Acción, Florentina Carrasco, indicó que...

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El fiscal pide tres meses de prisión para el responsable de la empresa Simensa, ubicada en el distrito de Ciudad Lineal, por un presunto delito ecológico al verter al alcantarillado productos contaminantes con efectos corrosivos. Ecologistas en Acción, personada como acusación particular, eleva la pena a 6 meses y 3 millones de pesetas de multa. El juicio empezó ayer en el Juzgado número 5 de lo Penal de Plaza de Castilla. La empresa se dedica a la fabricación de transformados de metales preciosos para joyería y electrotecnia.La abogada de Ecologistas en Acción, Florentina Carrasco, indicó que su asociación también solicita que se indemnice a otra empresa vecina que tuvo que reponer un colector estropeado a causa de la corrosión de los líquidos vertidos al alcantarillado.

En el juicio se presentaron como pruebas los análisis realizados a partir de las muestras recogidas por los agentes del SEPRONA a principios de 1996. En las aguas residuales se detectaron compuestos como el tricloroetileno y metales el manganeso, cobre o cadmio. Este tipo de vertidos son especialmente graves, ya que las sustancias no son retenidas por las depuradoras municipales y pueden acabar contaminando acuíferos, huertas y campos de cultivo al sur de la ciudad.

El responsable de la empresa fue llamado a declarar al juzgado en mayo de ese año y como no acudió, tuvo que ir la Guardia Civil a detenerle, aunque posteriormente fue puesto en libertad. En su declaración reconoció que no contaba con depuradora y que no se realizaban análisis de las aguas que vertían.

"En el juicio, el representante de la empresa ha manifestado que a raíz de esta denuncia se tomó conciencia de los temas ambientales en Simensa y se adoptaron las medidas necesarias para evitar nuevos vertidos en el futuro. Ahora tienen unas instalaciones más adecuadas y ya no almacenan productos tóxicos bidones, como hacían antes", comentó Carrasco.

Éste es uno de los primeros juicios por delito ecológico que se celebran en la Comunidad de Madrid.

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