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Unidos por Beethoven

Además de ser una de las obras más famosas de la historia de la música, la Novena sinfonía de Ludwig van Beethoven es uno de los mayores retos artísticos en la vida profesional de coros y orquestas. Para afrontar la interpretación de la monumental partitura, la Orquestra Simfònica del Vallès, integrada por 65 músicos, y la Orquestra Nacional de Cambra d'Andorra, formada por 15 instrumentistas de cuerda a las órdenes del violinista Gerard Claret, han unido sus plantillas en un estimulante ejemplo de fusión artística. En esta singular aventura concertística, las dos orquestas cuentan con la cola...

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Además de ser una de las obras más famosas de la historia de la música, la Novena sinfonía de Ludwig van Beethoven es uno de los mayores retos artísticos en la vida profesional de coros y orquestas. Para afrontar la interpretación de la monumental partitura, la Orquestra Simfònica del Vallès, integrada por 65 músicos, y la Orquestra Nacional de Cambra d'Andorra, formada por 15 instrumentistas de cuerda a las órdenes del violinista Gerard Claret, han unido sus plantillas en un estimulante ejemplo de fusión artística. En esta singular aventura concertística, las dos orquestas cuentan con la colaboración del Orfeó Català y la experta batuta del director luxemburgués Pierre Cao.El teatro de la Farándula de Sabadell acoge esta noche la primera de las cinco audiciones previstas de la emblemática partitura, que mañana por la tarde podrá escucharse en el Palau de la Música Catalana, en el marco del ciclo Concerts Simfónics al Palau. Las otras tres citas, siempre bajo la dirección musical de Pierre Cao, tendrán lugar del 31 de marzo al 2 de abril en el auditorio del Centre Cultural de Sant Cugat, el auditorio Enric Granados de Lleida y el Auditori Nacional de Ordino (Andorra).

La soprano noruega Bodil Arnesen, la mezzosoprano húngara Judit Németh, el tenor británico Stephen Brown y el bajo suizo Stephan MacLeod integran el cuarteto de solistas vocales que interviene con el coro en el último movimiento de la sinfonía, en el que Beethoven otorgó una espectacular dimensión a la Oda a la alegría de Schiller. En la versión, el Orfeó Català, dirigido por Josep Vila, aumenta su plantilla habitual hasta alcanzar las 100 voces.

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