Cartas al director

Campanadas

Vivo en Madrid y hace poco me he trasladado a un edificio contiguo al convento de la Encarnación. Puntualmente, día y noche, su reloj da cuenta de las horas y los cuartos para que nadie se quede perdido en el tiempo. Es más, sus campanas tocan a rebato a las siete y a las ocho de la mañana todos los días de la semana y repiten la operación varias veces al día. De esta forma es imposible dormirse y llegar tarde al trabajo. Lo de hacerlo también los fines de semana debe ser para que no cambien los hábitos y el lunes resulte un suplicio.Pregunto: ¿la legislación y las ordenanzas municipales me pe...

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Vivo en Madrid y hace poco me he trasladado a un edificio contiguo al convento de la Encarnación. Puntualmente, día y noche, su reloj da cuenta de las horas y los cuartos para que nadie se quede perdido en el tiempo. Es más, sus campanas tocan a rebato a las siete y a las ocho de la mañana todos los días de la semana y repiten la operación varias veces al día. De esta forma es imposible dormirse y llegar tarde al trabajo. Lo de hacerlo también los fines de semana debe ser para que no cambien los hábitos y el lunes resulte un suplicio.Pregunto: ¿la legislación y las ordenanzas municipales me permitirían hacer lo mismo a mí, para dar así a los vecinos la oportunidad de contar con otro despertador público para todo el barrio; eso sí, a horas distintas del de las monjas?- .

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