La obra 'Narrativa y literatura personal' reúne a 132 escritores de Granada Amelina Correa abre una colección promovida por la Diputación

La filóloga Amelina Correa, profesora de la Universidad de Sevilla y granadina de origen, ha pasado con un guante blanco por encima de los últimos cien años de historia literaria de su ciudad natal. Tres años ha empleado en agrupar en Narrativa y literatura personal a 132 autores locales, 120 de ellos en la sucinta recopilación biográfica y bibliográfica de un diccionario, y los 12 restantes bajo la evocación, más amplia, de una antología.

Espulgar los últimos cien años de creación literaria de una ciudad no debe ser fácil; no sólo por las dificultades que entraña encontrar la, a veces,...

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La filóloga Amelina Correa, profesora de la Universidad de Sevilla y granadina de origen, ha pasado con un guante blanco por encima de los últimos cien años de historia literaria de su ciudad natal. Tres años ha empleado en agrupar en Narrativa y literatura personal a 132 autores locales, 120 de ellos en la sucinta recopilación biográfica y bibliográfica de un diccionario, y los 12 restantes bajo la evocación, más amplia, de una antología.

Espulgar los últimos cien años de creación literaria de una ciudad no debe ser fácil; no sólo por las dificultades que entraña encontrar la, a veces, escasa obra publicada de más de un autor, sino también porque rebuscar en bibliotecas y archivos implica, a su vez, desentrañar emociones. Narrativa y literatura personal es el primer volumen de un proyecto más ambicioso, auspiciado por la Diputación de Granada, que pretende reunir y completar, con tres volúmenes más, la literatura que se ha hecho en Granada entre los años 1889 y 1998. Los otros tres tomos previstos se ocuparán del teatro, la poesía y el ensayo.

El primero de los criterios que la filóloga ha tenido en cuenta para su recopilación de autores ha sido el de la calidad: "Hay más nombres, sin duda; algunos han firmado bastantes artículos, e incluso relatos, pero he considerado que no tenían el mínimo nivel exigible para aparecer en este libro. Creo, salvo error, que aquí están todos". Todos los que han cultivado la narrativa, la autobiografía o han escrito memorias, y aquellos, como Federico García Lorca, con las cartas escritas desde Nueva York, que en algún momento de su vida practicaron el género epistolario.

Correa, sin embargo, reconoce que ha tenido algunas dificultades a la hora de precisar otros criterios que condicionaban también la presencia de ciertos autores en su libro: "Todos los que han nacido en Granada están en él; pero hay otros escritores, como Antonio Muñoz Molina, que no son granadinos de nacimiento, pero que vivieron y escribieron en esta ciudad, por lo que he considerado oportuno incluirlos. Y otros, como Gerald Brenan, que escribieron mucho sobre Granada, pero todo en inglés, y, por esta razón hemos decidido a última hora excluirlo. También se da el caso de autores que han escrito sobre Granada, como Rodolfo Gil (una cita de él encabeza este libro), pero que ni nacieron en la ciudad, ni residieron demasiado tiempo en ella como para ser incorporados al libro".

Las fuentes para recopilar la información, en este tipo de trabajos, siempre son las mismas: archivos y bibliotecas. La de la Facultad de Letras de Granada y su hemeroteca, en este caso, asegura la autora, le han sido muy útiles. También la biblioteca del Centro Artístico y Literario y la de la Casa de los Tiros, así como diversos diccionarios. "Precisamente, hacer el Diccionario de autores, la tercera parte de mi libro, ha sido muy gratificante. No sólo por los escritores que he tenido ocasión de conocer, sino, también por el rico material literario y la mucha información sobre los entresijos de la vida cultural de la ciudad que me han aportado", explica Amelina Correa.

En cuanto a la Antología de autores, la segunda parte del libro, Correa considera que los 12 escritores que aparecen en ella "deben ser suficientes para hacerse una idea global de la literatura que se ha hecho en Granada en el último siglo así como de las distintas corrientes que ha habido". Desde los primeros, modernistas, como Isaac Muñoz o Melchor Almagro, pasando por los coetáneos de las vanguardias de los años veinte, entre ellos Francisco Ayala y Federico García Lorca, hasta los actuales Justo Navarro, Luis Montero, o el ya citado Muñoz Molina.

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No debe haber un sólo escritor granadino que no hay leído a Lorca; puede haber, incluso, escritores que reniegan de él, pero, su influencia, a la larga, aparece. Es el mito que todo lo impregna. Según Amelina Correa hay un antes y un después de Lorca.

"El amor que todos los escritores locales tienen a Granada es también otra característica de la obra literaria de aquí", comenta. Y cuenta algunos casos de autores que, habiendo alcanzado un puesto relevante en la Administración, en Madrid, "renuncian a él al cabo de un tiempo para volver a su querida Granada, muchas veces, a malvivir", dice.

La profesora de la Universidad de Sevilla también cita el alhambrismo, "un rasgo muy característico de muchos de los autores locales". Y es que no es fácil, en su opinión, para alguien que escribe en Granada, desprenderse del tópico. "La misma belleza de la ciudad es un impedimento, casi insalvable, para ser creativo en Granada", concluye.

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