Enseñanza evaluará a los alumnos de 10 y 14 años para evitar el fracaso escolar

La consejera de Enseñanza, Carme Laura Gil, esbozó ayer las líneas maestras de su programa ante la comisión de política cultural del Parlament. Entre ellas destaca la evaluación de las capacidades de los alumnos de 10 y de 14 años para prevenir el fracaso escolar, la promesa imprecisa de crear 6.000 plazas de guardería y la ambigua oferta a la escuela privada de concertar el periodo infantil a cambio de que ésta acceda a integrar a los alumnos con necesidades educativas especiales.

Sin embargo, tras la brillantez formal del discurso -reconocida incluso por los diputados de la oposición-...

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La consejera de Enseñanza, Carme Laura Gil, esbozó ayer las líneas maestras de su programa ante la comisión de política cultural del Parlament. Entre ellas destaca la evaluación de las capacidades de los alumnos de 10 y de 14 años para prevenir el fracaso escolar, la promesa imprecisa de crear 6.000 plazas de guardería y la ambigua oferta a la escuela privada de concertar el periodo infantil a cambio de que ésta acceda a integrar a los alumnos con necesidades educativas especiales.

Sin embargo, tras la brillantez formal del discurso -reconocida incluso por los diputados de la oposición-, Gil no pudo esconder el hecho de que, en realidad, no tenía nada que ofrecer, prisionera de la decisión del Ejecutivo al que pertenece de aplazar la aprobación de los presupuestos hasta después de las elecciones generales. Ni la oferta de plazas de cero a tres años, que su antecesor en el cargo, Xavier Hernández, con igual imprecisión, había elevado hasta 30.000, ni el señuelo de concertar el periodo infantil para los centros privados contó con la suficiente concreción como para gozar de la mínima credibilidad. A cambio, la consejera insufló de contenido nacionalista la exposición de su programa. "Somos una nación y, por lo tanto tenemos derecho no sólo a pedir más competencias, sino a tenerlas todas", dijo. En este sentido anunció que antes de que acabe el año estará listo el borrador de la Ley del Sistema Educativo Catalán para que pueda ser debatida en el Parlament durante el próximo curso político. Mediante esta ley, insinuó la consejera, se podría modificar la propia esencia de la función pública, ya que abriría la posibilidad de que los profesores no fueran funcionarios.

Cambio de estrategias

La consejera quiso destacar la importancia de la integración y prometió enfrentarse a la alta tasa de fracaso escolar. Enseñanza, dijo, "impulsará acciones de evaluación de las condiciones en que se imparten los conocimientos básicos especialmente en las franjas de edad de 10 y 14 años". El objetivo de esta evalución, dijo, no será realizar un "juicio sancionador, sino un proceso continuo de observación y análisis del itinerario y del progreso de cada alumno". Para garantizar que los alumnos alcancen ese progreso, la consejera prometió también "un cambio de estrategias", individualizando las soluciones para cada caso y para cada centro, y renunciando a buscar recetas genéricas.

Gil se refirió también al problema de los institutos que aún imparten clases en lo llamados barracones. Aseguró que en estos momentos tan sólo quedan 41 centros con estos módulos prefabricados y se comprometió a aplicar un "plan de choque durante el periodo 2000-02 para sustituirlos por las instalaciones definitivas". La consejera confirmó la creación de una nueva dirección general de Formación Profesional "que impulsará un plan cuatrienal, evaluable cada dos años, de mejora de las instalaciones, de su seguridad y de sus equipamientos".PASA A LA PÁGINA 7

Consuelo Bautista
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Enseñanza endosa a los municipios la creación de 6.000 plazas de guardería

VIENE DE LA PÁGINA 1 La consejera de Enseñanza, Carme Laura Gil, anunció que pretender crear 6.000 plazas de guardería antes de que finalice el año, aunque ni una sola será de titularidad de la Generalitat. Gil endosó esta labor a los municipios a cambio de vagas subvenciones sin concretar. Por la tarde, en un documento destinado a los medios de comunicación, Enseñanza especificó que para ayudar a la creación de estas plazas "se incorporarán en el ejercicio presupuestario del año 2000 los recursos adecuados que permitan subvencionar una parte sustancial y variable, dependiendo de las condiciones de los diferente municipios". Además, el departamento "aumentará hasta un 50% de media las actuales ayudas para sostener las guarderías autorizadas y sin afán de lucro".

Uno de los aspectos más polémicos y novedosos del programa de la nueva consejera es la pretensión de otorgar conciertos a la escuela privada en el sector de la educación infantil (de tres a seis años), que no es obligatoria, aunque sea gratuita en la escuela pública. Se trata de una de las reivindicaciones más deseadas por la patronal del sector, que siempre ha utilizado este hecho como excusa para no escolarizar a los alumnos con necesidades especiales, por lo general hijos de inmigrantes o de padres de bajo poder económico. Enseñanza pretende así "garantizar a todos los alumnos la plena igualdad de acceso a los centros concertados".

Reacción sindical

Esta oferta, que Gil no mencionó por la mañana en el Parlament, sino que incluyó en el documento informativo hecho público por la tarde, provocó la inmediata reacción de los sindicatos y de los defensores de la escuela pública. "Si esto es así, mantendremos la mayor oposición", dijo Carles Martínez, de USTEC-STES, el sindicato mayoritario en secundaria. También mostró su rechazo CC OO. "Tal y como lo plantea es un pegote", afirmó Joan Carles Gallego, "no estamos radicalmente en contra, pero es algo que debería hacerse dentro de un planteamiento más amplio, de revisión del sector". El sindicato USO, mayoritario en la escuela concertada, sin embargo, se mostró abiertamente a favor. "Es la barrera económica que no permite que un colectivo entre en una escuela concertada", dijo uno de sus portavoces.

En el turno de respuestas, en el Parlament, todos los grupos elogiaron la intervención de la nueva consejera, más por su tono que por su contenido. El grupo socialista fue, sin duda, el más beligerante y acusó a Gil de "diluir la responsabilidad de la Administración" en la cuestión de las plazas de guardería. La diputada Montserrat Duch replicó a la consejera: "El periodo de cero a tres años es, ante todo, una etapa educativa, y no se deben ver únicamente sus aspectos sociales", contrariamente a lo que parecía sugerir Gil. Tampoco les fue difícil a los representantes del PSC recordarle a Gil que, en cuanto a guarderías se refiere, "el principal esfuerzo lo han hecho los ayuntamientos, que poseen más de 900 guarderías, frente a las 43 de la Generalitat". Según la también diputada socialista Assumpta Baig, "observando los números, no se puede continuar pidiendo un esfuerzo a los ayuntamientos".

Carme Laura Gil dedicó un buen tramo de su intervención a alabar el trabajo de los docentes y ensalzar la "pesada" tarea que realizan. Mostró una "enorme preocupación por la falta de autoestima del profesorado" y aseguró: "Queremos fortalecer esta autoestima y que la sociedad lo sepa". Sin embargo, también alertó a los docentes contra el "individualismo", que, dijo, "debe ser sustituido por el trabajo en equipo y por el proyecto de centro", lo que, en su opinión, "será la verdadera renovación".

La consejera anunció que promoverá una conferencia nacional de educación en el marco de la cual, desde el próximo mes de mayo hasta marzo del año 2002, se debatirán cuestiones como la descentralización y la autonomía de los centros, la atención a la diversidad, la formación y la inserción laboral, la evaluación y las enseñanzas artísticas.

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