ARGELIA, OCHO AÑOS DE GUERRA CIVIL

Expira la concordia de Buteflika

La política de reconciliación nacional emprendida por el presidente argelino, Abdelaziz Buteflika, para poner fin a la violencia nació con fecha de caducidad. El pasado día 13 venció el plazo para que los miembros de las guerrillas islámicas se acogieran a las medidas de perdón previstas en la Ley de Concordia Civil, ampliamente ratificada en referéndum en septiembre por los electores argelinos.Buteflika -que califica los comunicados del Movimiento Argelino de Oficiales Libres de "panfletos" que tienen el mismo valor que una "carta anónima"- ya advirtió tras la votación popular de septiembre q...

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La política de reconciliación nacional emprendida por el presidente argelino, Abdelaziz Buteflika, para poner fin a la violencia nació con fecha de caducidad. El pasado día 13 venció el plazo para que los miembros de las guerrillas islámicas se acogieran a las medidas de perdón previstas en la Ley de Concordia Civil, ampliamente ratificada en referéndum en septiembre por los electores argelinos.Buteflika -que califica los comunicados del Movimiento Argelino de Oficiales Libres de "panfletos" que tienen el mismo valor que una "carta anónima"- ya advirtió tras la votación popular de septiembre que desataría una guerra sin cuartel contra quienes se mantuviesen alzados en armas después de que expirara la ley.

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A falta de datos fiables sobre el número de guerrilleros que actúan aún en el país magrebí, el Ministerio del Interior argelino ha asegurado que 1.800 hombres -más del 80% de los islamistas armados, según sus informes- han entregado las armas, además de los 2.400 miembros del Ejército Islámico de Salvación (brazo armado del FIS), que fueron amnistiados después de haber mantenido una tregua desde 1997.

En medio de una guerra psicológica lanzada desde el régimen, en la que algunos medios de prensa de Argel, como Le Maghreb, elevan a 5.000 el número de guerilleros aún activos en el país, el Ejército ha anunciado la inminente puesta en marcha de una vasta operación antiguerrilla contra los grupos que no se han acogido a la Ley de Concordia Civil, que incluso ha sido ya bautizada por algunos periódicos con el nombre en clave de El sable de El Hayay, en referencia a un gobernador de Irak de los tiempos de la dinastía de los abasidas conocido por su extrema severidad.

La confusión, sin embargo, es tal que la propia radio estatal y varios diarios han anunciado la rendición de Hassan Hattab, emir del Grupo Salafista para la Predicación y el Combate (GSPC), una escisión del Grupo Islámico Aramdo (GIA).

Mientras tanto, al menos 17 guerrilleros islamistas han sido abatidos en dos operaciones llevadas a cabo la semana pasada, según informaba ayer el diario El Watan. En la primera de ellas, que se desarrolló la noche del miércoles, una unidad militar antiterrorista tendió una emboscada a un comando del GSPC en la región de la Cabilia, al este de la capital argelina, en la que murieron 12 integristas armados. Los otros cinco guerrilleros fueron abatidos en la provincia de Um el Buaghi, al este del país, en un enfrentamiento con fuerzas de los servicios de seguridad.

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A la espera del anunciado despliegue militar, los 200.000 patriotas, civiles armados por el Gobierno para combatir a la guerrilla islamista, no van a ser desarmados por ahora, según informaba ayer la agencia Efe.

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