Una sentencia obliga a Sarasola a abandonar el hipódromo de La Zarzuela
El titular del Juzgado número 40 de Primera Instancia de Madrid ordenó ayer la ejecución cautelar de la sentencia que condenaba al desahucio a la empresa de Enrique Sarasola, Hipódromo de Madrid, del recinto de La Zarzuela por uso indebido de las instalaciones. Sarasola tenía adjudicada la gestión hasta 2014, a la que accedió en 1992. Desde hace cuatro años las instalaciones están paradas y no se celebran carreras de caballos. Esta ejecución permite a Patrimonio Nacional recuperar el centro.
La orden de ejecución dictada ayer por el Juzgado de Primera Instancia abre una puerta de espera...
El titular del Juzgado número 40 de Primera Instancia de Madrid ordenó ayer la ejecución cautelar de la sentencia que condenaba al desahucio a la empresa de Enrique Sarasola, Hipódromo de Madrid, del recinto de La Zarzuela por uso indebido de las instalaciones. Sarasola tenía adjudicada la gestión hasta 2014, a la que accedió en 1992. Desde hace cuatro años las instalaciones están paradas y no se celebran carreras de caballos. Esta ejecución permite a Patrimonio Nacional recuperar el centro.
La orden de ejecución dictada ayer por el Juzgado de Primera Instancia abre una puerta de esperanza al hipódromo de La Zarzuela y a los profesionales que desde hace cuatro años han visto paralizada su carrera. El desahucio al que ha sido condenada la empresa Hipódromo de Madrid, propiedad de Enrique Sarasola, devuelve la gestión de las instalaciones hípicas a Patrimonio Nacional, propietario de los terrenos sobre los que se levanta La Zarzuela, el recinto hípico con más solera de España y en su día uno de los más importantes de Europa.Desde que Sarasola se hizo cargo en 1992 de las instalaciones madrileñas su actividad ha sufrido distintos avatares. En 1997, la situación alcanzó carácter de gravedad cuando la empresa que gestionaba el hipódromo presentó suspensión de pagos con un pasivo de 6.500 millones de pesetas. En el Resgitro Mercantil, las últimas cuentas depositadas y auditadas son las de 1994; las del ejercicio siguiente no fueron aprobadas por defectos de forma y errores, y las de 1996 reconocían unas pérdidas de 600 millones y la obligatoriedad de reducir el capital. En aquellas fechas los profesionales del hipódromo hablaban de que la deuda total ascendía a 5.000 millones.
Cuando Sarasola, a través de su empresa, se hizo cargo de la gestión de La Zarzuela cada domingo acudían al recinto una media de 15.000 espectadores y había estabulados en las cuadras algo más de mil caballos. Ahora las instalaciones están abandonadas y apenas quedan ejemplares. Durante este tiempo, 500 familias se han visto condenadas al paro.
El juez del Juzgado número 40 ordenó también ayer a Patrimonio Nacional, propietario de las instalaciones, que provisionalmente no arriende el hipódromo de La Zarzuela a un tercero y que deposite una fianza de 64 millones de pesetas, informa Efe.