Desmantelado en Girona un laboratorio casero de "speed"

Con razón le apodaban El químico. La policía encontró en el domicilio de J. G. L., de 40 años, a pocos metros de la comisaría de Girona, un apañado laboratorio que le permitía fabricar abundantes cápsulas de metaanfetaminas, conocidas coloquialmente como speed.Junto a las probetas, alambiques, tubos de ensayo, balanzas de precisión y otros utensilios indispensables para la elaboración de la droga sintética, apareció un vademécum de especialidades farmacéuticas y un grueso manual de química, libros en los que El químico reconoció ante la policía haber adquirido todos los conocimientos necesario...

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Con razón le apodaban El químico. La policía encontró en el domicilio de J. G. L., de 40 años, a pocos metros de la comisaría de Girona, un apañado laboratorio que le permitía fabricar abundantes cápsulas de metaanfetaminas, conocidas coloquialmente como speed.Junto a las probetas, alambiques, tubos de ensayo, balanzas de precisión y otros utensilios indispensables para la elaboración de la droga sintética, apareció un vademécum de especialidades farmacéuticas y un grueso manual de química, libros en los que El químico reconoció ante la policía haber adquirido todos los conocimientos necesarios para fabricar las pastillas euforizantes. La policía explicó que el detenido, que ayer por la tarde pasó a disposición judicial, también había conseguido mucha información a través de Internet. Entre los productos químicos intervenidos en el domicilio de J. G. L. se hallan diversas cantidades de benceno, ácido sulfúrico, anhídrido acético, ácido clorhídrico y piperidina. Asimismo se encontraron 500 gramos de anfetaminas, la misma cantidad de metaanfetaminas, 57 cápsulas de speed y siete pastillas de éxtasis.

La policía cree que el fabricante, que se encargaba también de distribuir la mercancía en las zonas de ocio de Girona y Palafrugell, podía llevar a actuando cerca de dos años. J. G. L. elaboraba las sustancias psicotrópicas a medida que las iba vendiendo. Una vez rellenas las cápsulas con la droga, las introducía en un bote de un popular medicamento para no levantar sospechas. La detención se produjo después de someter a vigilancia a una de sus compradoras habituales, la única persona que tenía acceso a su domicilio.

La policía intervino también cuatro cuentas bancarias con unos seis millones de pesetas y dos vehículos.

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