Ritmo de jazz en Terrassa y una tortuga en Cerdanyola
Los Reyes Magos de Oriente tendrán este año a su paso por Terrassa un acompañamiento de jazz. El grupo de Dani Alonso interpretará en directo durante todo el recorrido música de jazz en una carroza que abrirá la comitiva musical de la cabalgata, integrada por un total de ocho carrozas. Cada Rey tendrá una melodía propia, creada especialmente para la ocasión. En Cerdanyola, los Reyes Magos llevarán un invitado especial: la tortuga Guillerma. Guillerma, que pesa cerca de 200 kilos, ha acompañado al grupo de teatro Comediants en la despedida del milenio. La que hasta el año pasado era la devorado...
Los Reyes Magos de Oriente tendrán este año a su paso por Terrassa un acompañamiento de jazz. El grupo de Dani Alonso interpretará en directo durante todo el recorrido música de jazz en una carroza que abrirá la comitiva musical de la cabalgata, integrada por un total de ocho carrozas. Cada Rey tendrá una melodía propia, creada especialmente para la ocasión. En Cerdanyola, los Reyes Magos llevarán un invitado especial: la tortuga Guillerma. Guillerma, que pesa cerca de 200 kilos, ha acompañado al grupo de teatro Comediants en la despedida del milenio. La que hasta el año pasado era la devoradora de los días, se instalará ahora en Cerdanyola para tomar la temperatura a los hábitos de lectura de esta ciudad.
Desde el 1 de enero hasta el 23 de abril, día de Sant Jordi, los ciudadanos tendrán tiempo para leer unos 53.365 libros, el número de habitantes de Cerdanyola. Guillerma, con la ayuda de un termómetro gigante instalado en su caparazón, será la encargada de controlarlo.
La polémica ha rodeado la llegada de los Reyes Magos a Montcada i Reixac. La intención del Ayuntamiento era que la cabalgata recorriera sólo las calles principales, pero las amenazas de boicoteo por parte de la población hicieron que el consistorio cambiara de planes.
Finalmente, los Reyes saldrán del barrio que más férreamente se opuso al circuito planeado por el municipio, y llegarán a todos, con la excepción de Can Cuyàs. Este barrio está en una zona muy montañosa y las carrozas, que carecen de un sistema de frenos potente, correrían algunos riesgos al descender.