Valencians pel canvi

Medio centenar de progresistas valencianos, política y cívicamente bregados en su mayoría, han decidido constituirse en plataforma para galvanizar, según hemos podido entender, la izquierda indígena, dotándola de nuevas reflexiones y alientos. Una iniciativa plausible y posiblemente útil para sugerir ideas y estrategias estimulantes y movilizadoras. Como en los buenos tiempos de la transición a la democracia, cuando tanto cundía este tipo de ofertas, concebidas a menudo para hacerse un hueco en el proscenio partidista o, simplemente, medrar. No es este el caso, claro está, y basta constatar la...

Medio centenar de progresistas valencianos, política y cívicamente bregados en su mayoría, han decidido constituirse en plataforma para galvanizar, según hemos podido entender, la izquierda indígena, dotándola de nuevas reflexiones y alientos. Una iniciativa plausible y posiblemente útil para sugerir ideas y estrategias estimulantes y movilizadoras. Como en los buenos tiempos de la transición a la democracia, cuando tanto cundía este tipo de ofertas, concebidas a menudo para hacerse un hueco en el proscenio partidista o, simplemente, medrar. No es este el caso, claro está, y basta constatar la calidad humana e intelectual de los valencianos aludidos. Pero la verdad es que, piropos a parte, cuesta entender que estos paisanos no encuentren acomodo en los partidos establecidos y piensen que sus evangelios -digo de las reflexiones y alientos que prometen- han de ser más novedosos y mejores que los elaborados y debatidos por los militantes. Un cierto aroma a salvapatrias ya destilan, ya.