Manuel Chaves considera la actual legislatura como "la mejor" de todo el periodo autonómico El desastre de Aznalcóllar, calificado como "el punto negro" de los cuatro años de Gobierno

El presidente de la Junta de Andalucía, Manuel Chaves, ha aprovechando los últimos días de 1999 para hacer el balance de la legislatura que está a punto de concluir. Manuel Chaves considera estos últimos cuatro años de Gobierno como "la mejor" legislatura que han tenido los andaluces desde que comenzó el periodo autonómico. El argumento esgrimido ha sido la capacidad de la economía andaluza para superar la crisis y combatir el desempleo. Chaves aduce además que la región se ha convertido en referencia nacional al abanderar las políticas más progresistas.

El incentivo a la reducción de j...

El presidente de la Junta de Andalucía, Manuel Chaves, ha aprovechando los últimos días de 1999 para hacer el balance de la legislatura que está a punto de concluir. Manuel Chaves considera estos últimos cuatro años de Gobierno como "la mejor" legislatura que han tenido los andaluces desde que comenzó el periodo autonómico. El argumento esgrimido ha sido la capacidad de la economía andaluza para superar la crisis y combatir el desempleo. Chaves aduce además que la región se ha convertido en referencia nacional al abanderar las políticas más progresistas.

El incentivo a la reducción de jornada, la subida de pensiones y el bloqueo del llamado "recetazo", son algunas de las referencias políticas en las que según Chaves, Andalucía ha sido referente. Por contra, el punto negro de la legislatura fue el desastre ecológico provocado por la rotura de la balsa de residuos de la mina de Aznalcóllar, ocurrida el 25 de abril de 1998.Manuel Chaves se ha mostrado convencido de que Andalucía está atravesando su mejor momento. En declaraciones a la Cadena SER, el presidente andaluz aseguró ayer que la actual "ha sido una de las mejores legislaturas". "Por no decir la mejor que hemos atravesado los andaluces en muchos años, yo creo incluso que desde el comienzo de la autonomía". Dos fueron las pruebas esgrimidas por Chaves para defender dicha tesis: la fortaleza de la economía andaluza, que ha superado la crisis y ha sido "capaz de crear más y mejor empleo", logrando asi reducir la tasa de paro, a la vez que la región ha ganado protagonismo, consiguiendo convertirse en los últimos cuatro años "en el centro del debate nacional como consecuencia de las políticas progresistas" auspiciadas por el Gobierno andaluz.

Las estrellas serían el decreto para incentivar la implantación de las 35 horas semanales en el sector privado y la reducción de la jornada laboral a los empleados públicos de la Administración autónoma. Asimismo la decisión de incrementar por encima del IPC las pensiones no contributivas y las asistenciales, han colocado a Andalucía como la punta de lanza de la defensa del bienestar social, al igual que el bloqueo del "recetado" del Gobierno central por el cual los pensionistas se veían obligados a pagar un porcentaje de las medicinas. Con dichas políticas, desde Andalucía se estaría marcado la diferencia entre un Gobierno progresista y el Gobierno central.

Éstas iniciativas habrían sido el origen de la confrontación protagonizada por ambos Gobiernos. Según Chaves, tras la confrontación se escondería "la excusa buscada por el Partido Popular como escudo a la ineficacia y a la incompetencia, por parte del Gobierno de José María Aznar, hacia Andalucía". En sus declaraciones, Chaves acusó a Aznar de "no querer ejercer responsabilidades y competencias que le corresponden en relación" con la comunidad autónoma, por lo que él se ha visto obligado a "defender los intereses generales" de Andalucía.

Las relaciones entre los dos Gobiernos estarían enquistadas por la negativa del Ejecutivo central a negociar con la Junta, ya que según Chaves, [el Gobierno] "no ha manifestado ninguna voluntad política para negociar", pese a que cuando surgen discrepancias entre dos instituciones "lo lógico es sentarse a negociar" e intentar solucionar las diferencias existentes a través del consenso, subrayó.

La tirantez de las relaciones entre Junta y Gobierno central se habría concretado en una falta de interlocución entre ambos presidentes. Para Manuel Chaves, "el Estado de las autonomías, la unidad política de España, no se puede construir sobre la base de que el Gobierno de la nación o el presidente de la nación tenga una interlocución privilegiada con determinadas comunidades autónomas y tenga una interlocución cerrada o no haya interlocución con otras comunidades, en este caso Andalucía, simplemente por razones políticas o ideológicas". Chaves añadió: "eso no es serio, eso no es llevar a cabo una política de Estado porque con las cosas de comer, como se suele decir, no se juega". Además, esta posición conllevaría, según él presidente andaluz, "a romper , alterar o atentar contra la unidad y los equilibrios territoriales" que deben existir entre todas las comunidades autónomas y el Gobierno español.

El aspecto más negativo de la legislatura ha sido las consecuencias de la rotura de la balsa de la mina de Aznalcóllar (Sevilla). En el balance formulado por Chaves, este siniestro "nos ha colocado en un problema medioambiental y ecológico muy grave de repercusiones internacionales". Sin embargo el trabajo en común realizado por Junta y Gobierno central ha sido fundamental para "resolver el problema y convertir lo que era un punto negro en un punto verde".

Elecciones

Por último, Manuel Chaves se refirió a las próximas elecciones autonómicas, asegurando no tener "ningún miedo" a que éstas coincidan con las generales o se celebren por separado ya que el PSOE "ha tenido experiencias para todos los gustos". Sin embargo, mostró su preferencia de hacer coincidir ambos comicios: "Me preocuparía la opinión de los ciudadanos andaluces que se vean sometidos en un mes a dos campañas y a dos procesos electorales distintos". De producirse, Chaves confesó: "No se si nos llamarían irresponsables".