Coalición Canaria apoyará al Gobierno en la votación decisiva de la Ley de Extranjería

Coalición Canaria (CC) apoyará al Gobierno en la decisiva votación de totalidad de la Ley de Extranjería prevista para el próximo miércoles y evitará así que José María Aznar acabe su primera legislatura con una derrota parlamentaria. En cambio, rechazará algunas enmiendas parciales que PP y CiU introdujeron en el texto durante su tramitación en el Senado, especialmente las que afectan a derechos fundamentales de los inmigrantes, para las que pedirá votación separada. Así se deduce de las confusas declaraciones que realizó ayer el portavoz del Grupo Canario en el Congreso, José Carlos Mauricio...

Coalición Canaria (CC) apoyará al Gobierno en la decisiva votación de totalidad de la Ley de Extranjería prevista para el próximo miércoles y evitará así que José María Aznar acabe su primera legislatura con una derrota parlamentaria. En cambio, rechazará algunas enmiendas parciales que PP y CiU introdujeron en el texto durante su tramitación en el Senado, especialmente las que afectan a derechos fundamentales de los inmigrantes, para las que pedirá votación separada. Así se deduce de las confusas declaraciones que realizó ayer el portavoz del Grupo Canario en el Congreso, José Carlos Mauricio.

Aunque CC había pospuesto su decisión sobre la Ley de Extranjería hasta la reunión que mañana celebra su ejecutiva, el portavoz del Grupo Canario en el Congreso, José Carlos Mauricio, compareció ayer ante los medios de comunicación en Las Palmas de Gran Canaria para anunciar su "predisposición" a votar separadamente las 106 enmiendas que el Senado introdujo en el texto del Congreso, de forma que unas sean rechazadas y otras admitidas, informa Efe.Mauricio empezó asegurando que el apoyo de su grupo no es negociable, pues se trata de un problema "ético", que incide "sobre los derechos básicos de la persona". Calificó el texto aprobado en el Senado, con el apoyo del PP y CiU, de "discriminador", "conservador" e "intervencionista", e incluso con algunos aspectos que "bordean el racismo". Proclamó que "cuando una organización se encuentra ante una elección entre poder y principios, si es seria, responsable, debe apostar siempre por los principios".

Sin embargo, a continuación dio un giro a lo que han sido las declaraciones públicas de los dirigentes de su coalición al afirmar que "lo que va a plantear CC es que se voten una a una las enmiendas del Senado".

Su propósito, agregó, es "derrotar" la mayoría de dichas enmiendas, para "recuperar casi en su integridad el texto original que salió del Congreso".

"Intentaremos", dijo, "recuperar los artículos que salieron del Congreso en temas como los de integración familiar, que son muy importantes porque son los aspectos humanos más duros".

"Y luego", agregó, "quedan algunos aspectos técnicos referidos a cómo se entra, cómo se legaliza, temas de visados y otros, donde creo que tenemos que adoptar una postura mucho más cuidadosa e intentar mantener alguna enmienda técnica del Senado, que busca evitar que se produzca una especie de invasión incontrolada de inmigrantes organizados por mafias".

"Éste sí que es un tema que hay que tratar con cuidado, porque este país debe asumir e integrar a los inmigrantes, pero sin provocar una apertura imposible que provocaría tensiones en el resto de la sociedad", agregó.

Sorprendentemente, Mauricio calificó de "aspectos técnicos" algunos de los puntos esenciales de la ley. Como la concesión de visados, cuya denegación, según el texto del Congreso, debía ser siempre motivada. El PP logró eliminar en el Senado dicha motivación, que abría la puerta a los recursos judiciales, salvo en caso de reagrupamiento familiar y oferta de empleo.

También consideró "técnica" la regularización de inmigrantes, que el Congreso preveía automáticamente para quienes pudieran acreditar dos años de residencia en España a través del padrón municipal. El PP y CiU cambiaron este requisito por el de haber disfrutado, y renovado una vez, un permiso de residencia.

La decisión de CC de aprobar algunas enmiendas del Senado y rechazar otras implica, aunque Mauricio no lo dijo ayer, que sus cuatro diputados se alinearán en la votación final de la ley con el PP y CiU, pues de otro modo no prosperaría ninguna, sino que entraría en vigor el texto inicial del Congreso sin modificaciones.

Es en la votación final donde el Gobierno necesita los votos de CC, pues a los 171 escaños de PP y CiU les faltan cuatro para la mayoría absoluta. El apoyo de los dos diputados de Unión Valenciana y el PAR, que el Gobierno también negocia, le aseguraría una margen de tranquilidad, por si alguno de los suyos falla.