Preparados para el triunfo

Los valencianos La Habitación Roja intentan abordar el futuro con optimismo. Tienen motivos de sobra: su primer elepé, titulado con el nombre del grupo y editado en 1998 por el sello zaragozano Grabaciones en el Mar, vendió alrededor de 4.000 copias y les abrió las puertas de festivales tan prestigiosos como el de Benicàssim o el BAM catalán. Además, su reciente álbum Largometraje -que presentarán en directo hoy en el Roxy club- sólo ha cosechado entusiastas elogios desde su aparición. Pese a todo, Jorge Martí (voz y guitarra), Pau Roca (guitarra), Joan Espinosa (bajo), José Marco (batería) y ...

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Los valencianos La Habitación Roja intentan abordar el futuro con optimismo. Tienen motivos de sobra: su primer elepé, titulado con el nombre del grupo y editado en 1998 por el sello zaragozano Grabaciones en el Mar, vendió alrededor de 4.000 copias y les abrió las puertas de festivales tan prestigiosos como el de Benicàssim o el BAM catalán. Además, su reciente álbum Largometraje -que presentarán en directo hoy en el Roxy club- sólo ha cosechado entusiastas elogios desde su aparición. Pese a todo, Jorge Martí (voz y guitarra), Pau Roca (guitarra), Joan Espinosa (bajo), José Marco (batería) y el nuevo fichaje de la banda, Eduardo Martínez (teclados), son incapaces de disimular sus inseguridades y dudas cuando se les plantea la responsabilidad que supone asumir el liderazgo de la escena alternativa pop valenciana y, con un poco de suerte, dar el peliagudo salto hacia las listas de ventas y el público masivo. "Somos un grupo con mentalidad de ganadores y que aspiramos al máximo. Tanto nosotros como nuestra compañía discográfica somos conscientes de que la banda está creciendo muchísimo a todos los niveles y pensamos que Largometraje puede funcionar muy bien, pero... Es todo muy complicado. En estos momentos, el ambiente general es bastante pesimista. La mayoría de la gente involucrada en el negocio de la música está muy quemada", explica Jorge Martí. "En realidad, nos conformamos con duplicar las ventas de nuestro anterior disco. Creo que no son unas expectativas desmedidas", añade con cautela.Si de algo están verdaderamente satisfechos por el momento los componentes de La Habitación Roja es del resultado artístico de un álbum en el que han controlado hasta el mínimo detalle, desde la portada o la selección de los temas hasta el equipo técnico con el que realizaron la grabación. No pudieron, sin embargo, cuadrar su agenda con la de Joaquín Pascual (actual guitarra y vocalista de Mercromina), quien debía encargarse de la producción. "Escuchó las canciones en maqueta y le gustaron, pero al final no pudimos trabajar juntos. Joaquín acababa de sacar un disco con su grupo y ya se había comprometido a grabar el primer álbum de Deviot, de modo que como no podía dedicarse por completo a La Habitación Roja y a nosotros tampoco nos apetecía retrasar la grabación lo dejamos estar", apunta Martí. "Al escuchar el disco te das cuenta de que hay cosas que podían haber salido mejor, pero, en general, estamos muy contentos con el resultado. De hecho, creo que no es exagerado decir que pocos discos de la escena independiente suenan como éste". En efecto, Largometraje es un disco maduro que, además, derrocha imaginación y talento tanto en la composición como en la interpretación o en los exquisitos arreglos de cuerda con los que han revestido temas como Cuando ya no estés conmigo o Los peores años. Las entusiastas comparaciones con bandas como Belle and Sebastian, Pulp o The Smiths que se les han dedicado no parecen tan descabelladas tras escuchar con detenimiento un álbum que, según los propios músicos, refleja "con absoluta nitidez el momento que atraviesa la banda". "Muestra todos los palos que actualmente estamos tocando. Además, ya no nos importa tanto que nos comparen con unos u otros: todos los grupos saquean la historia de la música. Al final, lo importante no es ser el más original, sino tener buen gusto al escoger tus influencias y tener personalidad", añaden.

También la madurez es palpable en unos textos que superan holgadamente la media de calidad del actual pop nacional. Las relaciones de pareja y el sabor amargo de los amores contrariados (como diría García Márquez) constituyen los principales ingredientes de los que echa mano Jorge Martí para confeccionar sus canciones; aunque no son los únicos. "Ahora, por ejemplo, habla de Valencia, pero también tiene otra lectura: está dedicada a la gente que hace unos años se reía del grupo y no confiaba en nosotros. Ahora es cuando se tienen que tragar sus palabras", concluye Martí.

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