Hielo de quita y pon

Pamplona, Vitoria y Bilbao han decidido decorar sus calles con pistas de hielo portátiles, al parecer el adorno navideño más solicitado este año. La sincronía de tan inusitada propuesta en ciudades con escasa o nula tradición en deportes relacionados con los patines y el hielo, tiene mayoritariamente fines lucrativos promocionados por empresas o asociaciones privadas. Imposible no evocar la pista helada ubicada al pie del Rockefeller Center de Nueva York, una referencia cuya exclusividad se perdió para siempre en ciudades europeas, ejemplo ahora imitado en el norte de España. En Bilbao, la pis...

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Pamplona, Vitoria y Bilbao han decidido decorar sus calles con pistas de hielo portátiles, al parecer el adorno navideño más solicitado este año. La sincronía de tan inusitada propuesta en ciudades con escasa o nula tradición en deportes relacionados con los patines y el hielo, tiene mayoritariamente fines lucrativos promocionados por empresas o asociaciones privadas. Imposible no evocar la pista helada ubicada al pie del Rockefeller Center de Nueva York, una referencia cuya exclusividad se perdió para siempre en ciudades europeas, ejemplo ahora imitado en el norte de España. En Bilbao, la pista de hielo que se estrenará mañana merece ya otro apelativo, concedido por la Asociación de Comerciantes del Casco Viejo, promotora de la novedad. "Animación comercial", lo llaman. "Patinazo", la califican los vecinos de la zona, disgustados ante la perspectiva del desembarco de un escenario blanco en mitad de la plaza del Teatro Arriaga. La fiebre de las pistas de quita y pon arrancó en Pamplona, el pasado 4 de noviembre, cuando la empresa Celebration Colors obtuvo el permiso del Ayuntamiento de la capital navarra para instalar su atracción en el estanque de la Plaza Conde Rodezno. La iniciativa, la primera de estas características en el país, tuvo un coste de 25 millones de pesetas y algo más de 3.500 patinadores en quince días que generaron ingresos por valor de dos millones de pesetas. La empresa promotora, que lleva siete años trabajando en este campo por media Europa, no desmontará su pista descubierta hasta el próximo mes de mayo. Cuestión de rentabilizar la inversión inicial.

Inversiones dispares

En Bilbao y Vitoria -que estrenará pasado mañana su escenario helado en la Plaza de los Fueros-, la iniciativa resultará más testimonial: el 9 de enero no quedará rastro de la pista bilbaína; al día siguiente desaparecerá la alavesa.

El caso de Vitoria, respaldado por el Ayuntamiento y por varias entidades privadas, ha requerido la menor inversión de los tres citados: tres millones de pesetas para que una empresa vitoriana asegure el buen funcionamiento de la pista durante 24 días. En Bilbao, en cambio, la Asociación de Comerciantes del Casco Viejo ha recaudado algo más de cuatro de los 15 millones solicitados por la empresa belga encargada del montaje de la atracción. Empresas privadas aseguran los once millones restantes.

En los tres casos mencionados las mediadas de la pista son similares: en torno a los 15 x 34 metros, suficientes para que patinen al tiempo sin estorbarse doscientas personas. La experiencia navarra señala que los fines de semana se hace duro patinar, dadas las aglomeraciones de público. La pista ubicada junto al Arriaga limitará el aforo para evitar atascos, pero ha señalado como "populares" los días 17 y 27 del presente mes, así como el día de Reyes. Colegios o casas de cultura se los rifan.

Más caro que el cine

Las tarifas aplicadas al uso y disfrute de una misma actividad (patinar sobre hielo) tienen menos que ver con lo ofrecido que con las circunstancias en las que nació la oferta. Así, patinar en Vitoria resultará mucho más económico (300 pesetas, alquiler de patines incluido para una hora de actividad) que hacerlo en Bilbao, donde los adultos deberán desembolsar mil pesetas para darse el gusto de deslizarse (800 la entrada; 200 los patines, aunque los niños pagarán la mitad por el mismo servicio). El Ayuntamiento de Vitoria, a través de su departamento de Cultura, se halla en el origen de esta iniciativa requerida para como una forma de animar las fechas navideñas. En Pamplona, la suma de entrada y alquiler supone desprenderse de 800 pestas (para los menores de 18 años) y de 900 para los adultos. Más que los que cuesta un ticket para disfrutar de una película en el cine.La empresa contratada en Bilbao, International City Events (ICE), pertenece a un matrimonio belga (ella residió durante años en la localidad guipuzcoana de Zumárraga) que recientemente decidió finiquitar su actividad en Bélgica para implantarse en España. La empresa mantiene su actividad, pero ha decidido cambiar de escenario y explotar un mercado inédito mas aparentemente prometedor.

Curiosamente, Celebration Colors (promotora de la atracción navarra) es una filial de Colors Productions, también belga. El sistema empleado para lograr que la temperatura ambiente no provoque el deshielo de la pista es muy similar en los tres casos. En pistas al aire libre, la capa de hielo precisa comunmente 10 centímetros de grosor, mantenido gracias a un sistema de tuberías de poliuretano. Por dichos conductos (establecidos a modo de rejilla) discurren alrededor de 5.000 litros de un producto congelante sobre el que se vierte el agua necesaria para fabricar el hielo. Este sistema permite crear hielo casi bajo cualquier circunstancia atmosférica.

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