Una discusión familiar en León acaba con la muerte de un joven de 21 años
Juan Carlos Rubio Serrano, de 21 años, murió sobre las 6.30 de ayer de un disparo de escopeta en la cabeza delante de la casa de su futuro suegro, el número 14 de la calle Peña Prieta, en el conflictivo barrio leonés de Corea. La policía detuvo ayer a tres personas por su presunta implicación en los hechos, todas ellas familiares de la novia del fallecido. Una discusión entre hermanos por motivos que ayer se desconocían desencadenó la tragedia, según fuentes policiales.Los detenidos son Paulino Larralde Fuentes, de 40 años, padre de la novia del muerto; su hermano Manuel, de 44 años, y la nuer...
Juan Carlos Rubio Serrano, de 21 años, murió sobre las 6.30 de ayer de un disparo de escopeta en la cabeza delante de la casa de su futuro suegro, el número 14 de la calle Peña Prieta, en el conflictivo barrio leonés de Corea. La policía detuvo ayer a tres personas por su presunta implicación en los hechos, todas ellas familiares de la novia del fallecido. Una discusión entre hermanos por motivos que ayer se desconocían desencadenó la tragedia, según fuentes policiales.Los detenidos son Paulino Larralde Fuentes, de 40 años, padre de la novia del muerto; su hermano Manuel, de 44 años, y la nuera de éste último, Leire Elvira Ámez, de 21 años, quien en el momento de la detención tenía el arma homicida en sus manos. No obstante, la policía no ha podido determinar aún quién fue el autor material de los disparos.
Todo comenzó sobre las 22.00 del lunes en un bar de la calle Nazaret, en el mismo barrio de Corea, donde se encontraban los hermanos Paulino y Manolo con sus respectivos grupos de amigos. Un insulto cruzado derivó en una pelea. Ambos grupos salieron del local para seguir la disputa en un descampado a tiro limpio. Una llamada anónima a la policía advirtió del tiroteo, pero cuando los agentes llegaron al lugar sólo se pudieron incautar de una pistola, un revólver y de abundante munición.
Sobre las 6.30 de ayer, Manolo Larralde y su nuera Leire Elvira acudieron al domicilio de Paulino, donde reanudaron la discusión. Una nueva refriega de tiros dentro de la casa acabó con la muerte del joven Juan Carlos, que se desplomó boca abajo junto al bordillo de la acera. Otros disparos se incrustaron en coches aparcados, en las persianas de la casa y en las paredes de otras viviendas colindantes.
El vecindario reconocía ayer que "algo así tenía que pasar algún día" debido a las continuas discusiones de los dos hermanos Larralde, que viven en la misma calle. Ambos tienen un abultado historial penal, según fuentes relacionadas con la investigación.