100 camioneros se concentran en Algeciras por el juicio en Tánger a un compañero

Alrededor de un centenar de transportistas españoles, pertenecientes a las empresas que habitualmente operan con Marruecos, esperarán hoy impacientes la sentencia que deberá emitir sobre las 15.30, hora local en Tánger (Marruecos), el tribunal que juzgará al camionero de Guadix (Granada) Manuel Treviño Palma, al que se acusa de un delito de tráfico de drogas, al transportar en el remolque de su camión 1.397 kilos de hachís.Según aseguró ayer Damián Rodríguez, propietario de la empresa Padre Damián, "todos los compañeros van a esperar noticias de los abogados, invitando a lo largo de la mañan...

Alrededor de un centenar de transportistas españoles, pertenecientes a las empresas que habitualmente operan con Marruecos, esperarán hoy impacientes la sentencia que deberá emitir sobre las 15.30, hora local en Tánger (Marruecos), el tribunal que juzgará al camionero de Guadix (Granada) Manuel Treviño Palma, al que se acusa de un delito de tráfico de drogas, al transportar en el remolque de su camión 1.397 kilos de hachís.Según aseguró ayer Damián Rodríguez, propietario de la empresa Padre Damián, "todos los compañeros van a esperar noticias de los abogados, invitando a lo largo de la mañana a que los transportistas con destino a Marruecos no embarquen para apoyar a este hombre". Esta situación puede hacerse extensiva al puerto de Cádiz, donde también existe una línea marítima con Marruecos.

En el sector, todos afirman que Manuel Treviño es inocente, después de conocer cómo ocurrieron los hechos el 19 de noviembre, día de su detención, ya que fue el propio conductor el que puso en conocimiento de la policía marroquí la posible irregularidad de su carga, al haber escuchado ruidos en su remolque. Después de que saliesen dos inmigrantes del camión, los agentes descubrieron la droga entre la carga recibida en Agadir.

Para los transportistas que se dan cita en el puerto de Algeciras, hace ya una semana, esta situación tan sólo refleja la realidad con la que se encuentran a diario en el país norteafricano donde, aseguran, no tienen ningún respaldo por parte de las autoridades. "Es sólo un ejemplo, muchos compañeros temen parar en un semáforo, ya que no sólo se introducen los marroquíes en los ejes sino que incluso han llegado a agujerear los frigoríficos para introducirse en ellos".