Pujol organiza un gobierno con dos polos políticos para dar juego a Mas y a Duran El Ejecutivo integra a los líderes de los dos socios y a los candidatos a suceder al presidente

Al colocar a dos miembros de su nuevo Gobierno, Josep Antoni Duran Lleida y Artur Mas, claramente por encima de los demás, el presidente Jordi Pujol ensaya una fórmula nueva en su ya larga experiencia. A diferencia del anterior, el que ha configurado esta semana será un Gobierno que incluye a dos políticos con relieve propio, no dependientes exclusivamente del propio presidente, sino con intereses propios. En el caso de Duran, porque es el líder de Unió Democràtica, el segundo partido de la coalición. En el caso de Mas, porque representa la apuesta de futuro de Convergència, el partido del pro...

Al colocar a dos miembros de su nuevo Gobierno, Josep Antoni Duran Lleida y Artur Mas, claramente por encima de los demás, el presidente Jordi Pujol ensaya una fórmula nueva en su ya larga experiencia. A diferencia del anterior, el que ha configurado esta semana será un Gobierno que incluye a dos políticos con relieve propio, no dependientes exclusivamente del propio presidente, sino con intereses propios. En el caso de Duran, porque es el líder de Unió Democràtica, el segundo partido de la coalición. En el caso de Mas, porque representa la apuesta de futuro de Convergència, el partido del propio Pujol. El reto de ambos superconsejeros es ganarse la sucesión de Pujol desde el trampolín que éste les ha puesto.

Pujol ha tenido ya en algunos de sus anteriores gobiernos a políticos con personalidad muy destacada que representaban posiciones propias. Fue el caso de Ramon Trias Fargas, que falleció en 1989 siendo consejero de Economía, y de Macià Alavedra, que tuvo que dejar el Gobierno en 1997 cuando los jueces perseguían a dos personas con las que se había relacionado estrechamente, Javier de la Rosa y Luis Pascual Estevill. Pero la tónica general ha sido la de los consejeros cuya principal virtud era la de no discutir las cuestiones políticas. La presencia de Duran y las aspiraciones de Mas configuran una nueva fórmula, a la que el propio Pujol ha dado realce al atribuir a cada uno de ellos carteras con responsabilidades claramente por encima del resto. El superdepartamento de Gobernación y Relaciones Institucionales que dirigirá Duran ha de permitirle demostrar su capacidad como negociador al buscar los apoyos para el Gobierno en un Parlament en el que está en minoría y deberá ganar las votaciones una a una. Pondrá a prueba, además, su todavía inédita capacidad gestora porque tendrá a su cargo la dirección de la Administración Local y la Función Publica, dos ámbitos complejos.

Tres consejeros de Unió

Duran es, además, el jefe de filas de Unió en el Gobierno, en el que este partido tiene también a Núria de Gispert al frente de Justicia y a Lluís Franco al frente de Trabajo. Los tres forman el polo democristiano. Una de las novedades de esta nueva situación es que ahora queda más claro que nunca que este es un Gabinete de coalición. Incluye a los dos líderes partidarios en el periodo en el que uno de ellos, Pujol, comienza a retirarse. Una de las incógnitas es si, además de intentar colocarse en el mejor puesto para la sucesión, Duran jugará también a reforzar el perfil democristiano o tenderá a facilitar la futura unión de ambos partidos.

El polo convergente tiene a su cargo los otros 11 departamentos. Uno de ellos, el de Presidencia, desaparecerá dentro de un par de meses, cuando su titular, Xavier Trias, se lance a la batalla electoral como candidato de CiU en las elecciones legislativas. Pujol ha querido que, con la marcha de Trias, Mas sea la principal figura de Convergència en el Gobierno, y para ello ha reforzado el Departamento de Economía dándole la función de portavoz y encargándole la coordinación interdepartamental.

Entre los convergentes que Pujol ha incluido en el Gobierno figura como consejero de Medio Ambiente el secretario de organización de CDC, Felip Puig, que hasta ahora controlaba el aparato del partido. En el universo pujolista representa una cierta radicalidad nacionalista. Es el sector que prefiere pactar con ERC en vez de hacerlo con el PP. En esta misma onda están el ratificado consejero de Política Territorial, Pere Macias; la nueva titular de Enseñanza, Carme Laura Gil, y el propio Mas, que cuenta con el apoyo del círculo político más próximo a Pujol y su familia.

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