Un organismo para mediar entre el Gobierno y los Ayuntamientos
La Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP) se consituyó en 1981 con la intención de crear un organismo que represente a los ayuntamientos en las negociaciones con el Gobierno central de leyes que interesan a la vida municipal. La idea es unir a todos los municipios en una sola institución que pueda así presionar con más fuerza para obtener cesiones de competencias e influir en todas las normas que repercutan claramente en la gestión diaria de cada municipio, como leyes sobre el suelo, normas sobre financiación de los ayuntamientos y gestión de impuestos municipales y otras cuesti...
La Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP) se consituyó en 1981 con la intención de crear un organismo que represente a los ayuntamientos en las negociaciones con el Gobierno central de leyes que interesan a la vida municipal. La idea es unir a todos los municipios en una sola institución que pueda así presionar con más fuerza para obtener cesiones de competencias e influir en todas las normas que repercutan claramente en la gestión diaria de cada municipio, como leyes sobre el suelo, normas sobre financiación de los ayuntamientos y gestión de impuestos municipales y otras cuestiones similares.También sirve como foro de discusión entre municipios de distinto color político que, en diversas comisiones de trabajo, se intercambian ideas sobre proyectos que están desarrollando en sus ayuntamientos. En suma, un lugar para que alcaldes con problemas similares debatan sin intermediarios de sus partidos.
Se constituyó con 1.492 municipios, y ahora ya está representados 6.499 de ellos. Lo que significa la gran mayoría de las 8.000 alcaldías de España. Están en ella todas las capitales de provincia, salvo Tarragona y Bilbao, y todas las diputaciones provinciales, a excepción de las tres vascas y Girona.
Esta enorme representatividad y la conjunción de intereses de casi todos los ayuntamientos respecto a las leyes que les atañen habían convertido a la federación, hasta está polémica asamblea, en una institución dominada por el consenso y con escasa batalla política entre los distintos grupos. Es la primera vez, en 18 años de existencia, que dos fuerzas se disputan la presidencia. Y el origen de esta ausencia de batalla era que la FEMP la presidía el grupo que ganaba las elecciones municipales. Un resultado claramente favorable al PSOE hasta 1995, por lo que los socialistas ostentaron la presidencia con tres personas distintas hasta ese año. Fue entonces cuando el PP dominó claramente las elecciones municipales y Rita Barberá, alcaldesa de Valencia por este partido, llegó a la presidencia de la FEMP.