La condena a un mafioso chino amenaza la devolución pacífica de Macao
La condena a 15 años de cárcel para el jefe de la triada china 14-K (14 Quilates), Wan Kuok Koi, amenaza la transferencia pacífica de Macao al régimen de Pekín, fijada para el próximo 20 de diciembre. Las autoridades portuguesas, administradoras del primer establecimiento europeo en Asia (1557) y última colonia del imperio ultramarino de Lisboa, temen una oleada de violencia en el territorio por parte de la secta china como represalia a la condena dictada el martes por el juez portugués de Macao Fernando Estrela.El jefe de la 14-K, Wan Kuok Koi, fue detenido en Macao en mayo de 1998, acusado d...
La condena a 15 años de cárcel para el jefe de la triada china 14-K (14 Quilates), Wan Kuok Koi, amenaza la transferencia pacífica de Macao al régimen de Pekín, fijada para el próximo 20 de diciembre. Las autoridades portuguesas, administradoras del primer establecimiento europeo en Asia (1557) y última colonia del imperio ultramarino de Lisboa, temen una oleada de violencia en el territorio por parte de la secta china como represalia a la condena dictada el martes por el juez portugués de Macao Fernando Estrela.El jefe de la 14-K, Wan Kuok Koi, fue detenido en Macao en mayo de 1998, acusado de dirigir la más importante organización mafiosa del Sureste Asiático, dedicada fundamentalmente a la explotación del juego (prohibido en la vecina Hong Kong), la prostitución y el blanqueo de capitales. El floreciente negocio del juego, cuyos beneficios totales superaron el pasado año los 2.500 millones de dólares (más de 350.000 millones de pesetas), ha desatado desde hace meses la guerra entre las sectas y la presión ante las autoridades para conseguir las concesiones de los nueve casinos abiertos en Macao, una vez que el establecimiento portugués sea devuelto a Pekín y sus contratos se revisen en el 2001.
La batalla por ese lucrativo negocio provocó en los dos últimos años en Macao (22 kilómetros cuadrados y algo más de 450.000 habitantes) la muerte de cincuenta personas de bandas rivales, los asesinatos de un alto funcionario de la Inspección del Juego y un agente de Aduanas y el atentado fallido contra el director de la Policía Judicial del territorio, el portugués Marqués Baptista.
Al escuchar el resultado de la sentencia, el dirigente de la 14-K afirmó, entre gritos, ser un "chivo expiatorio" y "una víctima del sistema". Sus familiares acusaron a diversas entidades, que no identificaron, de haber recibido dinero "para nada".