EL PROCESO DE PAZ

El Gobierno supedita el acercamiento de presos a una respuesta positiva de ETA a su carta

El Gobierno no dará nuevos pasos en política penitenciaria mientras no haya una respuesta positiva por parte de ETA a la carta que le envió hace 15 días, según su portavoz, Josep Piqué. Además, el Ejecutivo interpreta la petición a José María Aznar de "arrojo político" y "diálogo" por parte del Círculo de Empresarios Vascos como un signo de la delicada situación que atraviesa el empresariado de Euskadi. Según Piqué, una reunión de Aznar con el presidente del PNV, Xabier Arzalluz, tal y como pide la élite empresarial vasca, sería "contraproducente" porque sólo reflejaría "desacuerdos". Otra cit...

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El Gobierno no dará nuevos pasos en política penitenciaria mientras no haya una respuesta positiva por parte de ETA a la carta que le envió hace 15 días, según su portavoz, Josep Piqué. Además, el Ejecutivo interpreta la petición a José María Aznar de "arrojo político" y "diálogo" por parte del Círculo de Empresarios Vascos como un signo de la delicada situación que atraviesa el empresariado de Euskadi. Según Piqué, una reunión de Aznar con el presidente del PNV, Xabier Arzalluz, tal y como pide la élite empresarial vasca, sería "contraproducente" porque sólo reflejaría "desacuerdos". Otra cita, la de Arzalluz con el líder del PSOE, Joaquín Almunia, Piqué la enmarcó en un "intento de protagonismo" del PSOE en plena precampaña.

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La petición de la élite empresarial vasca a Aznar de que tenga "arrojo político" y fomente el diálogo entre los partidos para activar el proceso de paz en Euskadi, actualmente paralizado, ha sido acogida con "deportividad pero sin entusiasmo" en La Moncloa. El ministro portavoz atribuye esa demanda a la difícil situación sufrida por el empresariado vasco a causa de ETA y de la presión social de HB, su brazo político.Piqué respondió ayer, tras las reclamación de los empresarios vascos, que el Gobierno "no debe precipitarse" en el proceso de paz. El portavoz del Ejecutivo interpreta que dicha demanda no se refería a que el Gobierno negociara políticamente con ETA, sino a que reabriera el diálogo con los partidos democráticos, con el lehendakari, Juan José Ibarretxe, y que diera nuevos pasos en la política penitenciaria. Es de conocimiento público que el Círculo de Empresarios Vascos hizo una firme y pública defensa del Estatuto de Gernika cuando, por vez primera, el sindicato ELA-STV lo puso en cuestión antes de la firma del Pacto de Estella.

En cuando a la política penitenciaria, el ministro portavoz estima que la pelota está en el tejado de ETA, una vez que el Gobierno respondió a la carta de la banda, a través del Obispo de Zamora, Juan María Uriarte, hace ya 15 días, y le mostró su disponibilidad a dialogar sobre la situación de los presos.

El Ejecutivo espera ahora la respuesta a su misiva y ni siquiera ha abierto el debate interno sobre una nueva aproximación de presos a cárceles del País Vasco entre los miembros del Gabinete que siguen el proceso de paz. "Los cambios penitenciarios se acompasarán al proceso de paz", recordó Piqué.

En cuanto a la petición de los empresarios a Aznar de que se entreviste con el presidente del PNV, Xabier Arzalluz, o con la nueva presidenta de Eusko Alkartasuna (EA), Begoña Errazti, el ministro portavoz dijo que estas reuniones no están previstas porque de ellas "no saldría ningún acuerdo, dadas las estrategias tan distintas" ante el proceso de paz. "Lo único que se conseguiría", añadió, "es exteriorizar las diferencias existentes, lo que no es bueno" y "por tanto, contraproducente".

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Ninguna petición

Piqué aclaró, no obstante, que ni Arzalluz ni Errazti han cursado ninguna petición de entrevista con el jefe del Gobierno. Destacó también que funcionan con regularidad las relaciones institucionales con el Gobierno vasco. Hace pocas semanas, recordó, Aznar recibió a Ibarretxe en La Moncloa y acordaron mantener una nueva entrevista próximamente.El Ejecutivo mantuvo ayer una actitud cautelosa tras la reunión celebrada la víspera en Madrid entre el secretario general del PSOE, Joaquín Almunia, y Arzalluz. El ministro portavoz destacó que, tras la reunión, se ha constatado que no ha habido ningún acuerdo y expresó su convicción de que el PSOE "no va a entrar en la dinámica de desbordar la legalidad vigente", en referencia a la Constitución y el Estatuto de Gernika.

Piqué expresó su convencimiento de que los socialistas mantendrán sus compromisos con el Gobierno en la estrategia común sobre el proceso de paz. Todo lo más que atribuyó al PSOE por su reunión con el PNV fue "un afán de protagonismo" ante la proximidad de las elecciones generales.

Sin embargo, el secretario general del PP, Javier Arenas, ofreció ayer desde Sevilla una réplica en clave electoral. "Alguien podría plantear que la reunión se celebró en clave antiPP y parece que a Almunia lo que le interesaba era hablar de las elecciones generales", señaló.

Arenas reclamó a Almunia, que "resuelva las grandes contradicciones internas que tiene el PSOE en el País Vasco porque hay dirigentes que creen que el PSOE debe seguir impulsando el Pacto de Ajuria Enea, pero también los hay que propugnan el acercamiento a EH".

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