Las tropas rusas toman la segunda ciudad chechena, su mayor triunfo militar desde el inicio del conflicto

La bandera rusa ya ondea sobre el Ayuntamiento de Gudermés, la segunda ciudad de Chechenia. La noticia la dio ayer por la mañana, sonriente y satisfecho, el primer ministro ruso, Vladímir Putin, quien se reunió con la cúpula militar. Fuerzas especiales del Ministerio del Interior comenzaron el peinado de la ciudad, que tiene como fin limpiarla de los guerrilleros que puedan quedar, aunque el grueso de éstos la abandonó a principios de semana. La entrada de las tropas rusas en Gudermés es el primer éxito serio de la campaña militar contra los independentistas chechenos.La actual guerra en Chech...

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La bandera rusa ya ondea sobre el Ayuntamiento de Gudermés, la segunda ciudad de Chechenia. La noticia la dio ayer por la mañana, sonriente y satisfecho, el primer ministro ruso, Vladímir Putin, quien se reunió con la cúpula militar. Fuerzas especiales del Ministerio del Interior comenzaron el peinado de la ciudad, que tiene como fin limpiarla de los guerrilleros que puedan quedar, aunque el grueso de éstos la abandonó a principios de semana. La entrada de las tropas rusas en Gudermés es el primer éxito serio de la campaña militar contra los independentistas chechenos.La actual guerra en Chechenia comenzó hace más de dos meses con los primeros bombardeos de la aviación rusa contra el territorio de la república norcaucásica rebelde. En la guerra pasada, que duró poco más de año y medio y terminó en una humillante derrota del Ejército ruso, Gudermés fue un hueso duro de roer, que cayó en manos de las tropas federales incluso después de la toma de Grozni, la capital. La batalla por la segunda ciudad chechena fue sangrienta y en varias ocasiones pasó de unas manos a otras.

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Ahora, la situación es completamente diferente. Las tropas no tuvieron necesidad de lanzarse al asalto, sino que pudieron entrar prácticamente sin que los independentistas ofrecieran resistencia. A ello le precedió una larga negociación con el consejo de ancianos para convencerlos de que debían expulsar ellos mismos a los guerrilleros si querían que la aviación y la artillería no destruyeran la ciudad. La mayoría de los separatistas que había en Gudermés la abandonaron a principios de semana y para huir tuvieron que romper el cerco de las tropas federales.

El éxito de los rusos en Gudermés se debe, en gran parte, a la división existente entre los chechenos en esa zona.

Nikolái Koshman, viceprimer ministro ruso y representante plenipotenciario del Kremlin en Chechenia, propuso ayer trasladar la capital de la república norcaucásica de Grozni a Gudermés. "Reconstruir Grozni es imposible", declaró. La aviación volvió a atacar ayer Grozni, causando al menos 20 muertes, según fuentes chechenas.

Mientras tanto, Malik Saiduláyev renunció a su cargo de jefe del Consejo de Estado de Chechenia (organismo creado con el auspicio del Kremlin) a favor de Bislán Gantamírov, ex alcalde de Grozni y ex viceprimer ministro checheno en el efímero Gobierno títere que Rusia impuso durante la guerra anterior.

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