Un sector de CDC critica el acercamiento al Partido Popular

La reunión que el Consejo Nacional de Convergència Democràtica (CDC), máximo órgano entre congresos, celebrará mañana no será tranquila. El pacto alcanzado con el Partido Popular para repartirse la Mesa del Parlamento de Cataluña ha disgustado sobremanera al sector más nacionalista de CDC, que batallará para que del consejo salga una resolución a favor de reabrir la negociación con Esquerra Republicana de Catalunya (ERC).Al menos tres sectores distintos -pero articulados todos en torno al nacionalismo radical- leerán comunicados en favor de un pacto de legislatura con los independentistas y ...

La reunión que el Consejo Nacional de Convergència Democràtica (CDC), máximo órgano entre congresos, celebrará mañana no será tranquila. El pacto alcanzado con el Partido Popular para repartirse la Mesa del Parlamento de Cataluña ha disgustado sobremanera al sector más nacionalista de CDC, que batallará para que del consejo salga una resolución a favor de reabrir la negociación con Esquerra Republicana de Catalunya (ERC).Al menos tres sectores distintos -pero articulados todos en torno al nacionalismo radical- leerán comunicados en favor de un pacto de legislatura con los independentistas y criticarán, con más o menos dureza, a la dirección de Convergència. Los partidarios de esta estrategia pertenecen al sector más joven del partido, ex militantes y militantes de la Joventut Nacionalista (JNC), la rama juvenil de CDC.

En concreto, en uno de los comunicados se critica a la dirección por no haber sido lo bastante generosa con ERC a la hora de negociar y ofrecer compensaciones políticas por su voto a favor de la investidura de Jordi Pujol. En otra de las notas se apuesta por dar un nuevo impulso al proceso de renovación de CDC y adoptar mecanismos de contacto con la sociedad. Las críticas a Esquerra se limitan a señalar su "miedo" a escenificar un pacto con los convergentes.

Aunque alguno de estos sectores, en concreto el más allegado a Oriol Pujol, hijo del presidente, se inclinaba por endurecer sus planteamientos contra la dirección, al final se optó por la moderación. Una posición demasiado intransigente hubiera debilitado, a su juicio, a la cúpula de la coalición en vísperas de las negociaciones de la próxima semana para conseguir la investidura de Pujol.

La JNC apuesta por un Gobierno monocolor de CiU, si fracasan las negociaciones con ERC, sin perjuicio de alcanzar el máximo consenso en los grandes temas de política catalana.