Editorial:

Tragedia inexplicable

LO SUCEDIDO ayer en el hospital público Marqués de Valdecilla, en Santander, además de trágico, resulta difícilmente explicable. No tiene fácil comprensión que la fachada de un edificio de 11 pisos del centro hospitalario, aparentemente en buen estado y sobre la que no se habían observado deficiencias de ningún tipo, se derrumbe de golpe sobre la zona baja de quirófanos y de la direccion del hospital, causando 4 muertos y 15 heridos de diversa consideración.Lo súbito e inesperado del derrumbe llevó, en los primeros instantes, a pensar en una explosión de gas como causa del siniestro, hipótesis...

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LO SUCEDIDO ayer en el hospital público Marqués de Valdecilla, en Santander, además de trágico, resulta difícilmente explicable. No tiene fácil comprensión que la fachada de un edificio de 11 pisos del centro hospitalario, aparentemente en buen estado y sobre la que no se habían observado deficiencias de ningún tipo, se derrumbe de golpe sobre la zona baja de quirófanos y de la direccion del hospital, causando 4 muertos y 15 heridos de diversa consideración.Lo súbito e inesperado del derrumbe llevó, en los primeros instantes, a pensar en una explosión de gas como causa del siniestro, hipótesis que fue prontamente desechada. El ministro de Sanidad, José Manuel Romay Beccaría, ha reconocido que en la fachada desprendida se hicieron hace un año obras para sustituir un "muro cortina" por ventanas. Esta circunstancia hace todavía más sorprendente su derrumbe repentino. Es impensable que, de haber observado deficiencias en la fachada, no se hubieran reparado. Pero, a falta de una causa natural que explique lo inexplicable (las recientes lluvias no pueden considerarse un fenómeno natural imprevisible en Santander), alguna causa humana, relacionada con la ejecución o conservación de esa fachada, debe estar en el origen de su desprendimiento repentino y en bloque.

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En contra de las apariencias, el accidente ha puesto de manifiesto que la fachada estaba en mal estado. Habrá que investigar si el deterioro se debe a deficiencias de mantenimiento o a causas estructurales aún no determinadas, agravadas por los vientos y la lluvia de los últimos días. El asunto puede tener un carácter penal que corresponderá a la justicia dilucidar. Pero también tiene una dimensión política que obliga al ministro de Sanidad a ofrecer unas prontas y exhaustivas explicaciones.

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