Dos muertos al estrellarse una avioneta junto al casco urbano de Carabanchel

Los dos ocupantes de una avioneta -modelo Cessna 401, bimotor- fallecieron a las 11.30 de ayer al estrellarse en un descampado situado a apenas 150 metros de unos bloques de viviendas de Carabanchel Alto. La avioneta, propiedad de la empresa Heli-Ibérica, había despegado minutos antes del aeródromo de Cuatro Vientos con destino a Alicante, donde iba a tomar unas fotografías aéreas. Pero al poco de elevarse, la aeronave sufrió un problema mecánico, supuestamente en el motor, según un portavoz de Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (AENA). El piloto, José Valdemar González, de 28 años, inte...

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Los dos ocupantes de una avioneta -modelo Cessna 401, bimotor- fallecieron a las 11.30 de ayer al estrellarse en un descampado situado a apenas 150 metros de unos bloques de viviendas de Carabanchel Alto. La avioneta, propiedad de la empresa Heli-Ibérica, había despegado minutos antes del aeródromo de Cuatro Vientos con destino a Alicante, donde iba a tomar unas fotografías aéreas. Pero al poco de elevarse, la aeronave sufrió un problema mecánico, supuestamente en el motor, según un portavoz de Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (AENA). El piloto, José Valdemar González, de 28 años, intentó un aterrizaje de urgencia en el campo de fútbol Isidro Morales, en Carabanchel. Pero cuando se hallaba a unos 50 metros del terreno de juego, lo abortó, posiblemente porque advirtió que en el campo se jugaba un partido y había unos 150 espectadores. El piloto elevó entonces el morro. La toma de altura falló. Perdió el control y la avioneta se estrelló en un descampado a unos 150 metros de la calle de Alfredo Aleix. El piloto quedó entre los hierros. El otro tripulante, el fotógrafo José Luis Martín Díez, de 43 años, salió despedido de la avioneta y falleció al instante. El vuelo tenía una duración prevista de tres horas y 45 minutos. Se quedó en seis minutos.

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"¿Hay alguien ahí dentro?"

"El piloto estrelló la avioneta contra el suelo para no chocar con los pisos", dice un testigo

La avioneta cayó desde apenas una decena de metros, según explicaron ayer varios testigos presenciales. El golpe fue brutal. "Vi que la avioneta volaba muy bajo. Dejé de mirarla por unos momentos y de repente escuché un ruido muy fuerte, como una bomba. Entonces pensé: "Se ha caído", comentó otro testigo. Julio, el padre de otro jugador, afirmó que fue el primero en llegar a la avioneta accidentada. Se encontró con la aeronave aplastada hasta la mitad.En un primer golpe de vista no se sabía si había quedado alguien dentro o no. Julio preguntó de un gritó: "¿Hay alguien ahí dentro?". Nadie le contestó. De repente vio una mano salir de un hueco en el lateral de la aeronave. Era la del piloto. "Traté de ayudarle, pero fue imposible acercarse al cuerpo", explicó Julio.

El fotógrafo, José Luis Martín Díez, de 43 años, salió despedido y cayó a unos diez metros del aparato. Unos jóvenes que se dirigían al campo de fútbol por el camino de Carabanchel Alto vieron cómo murió, según afirmaron ayer desde el lugar del suceso. "El hombre estaba tirado en el suelo, pero se estaba arrastrando. Intentaba huir del aparato porque el avión había tirado mucha gasolina. De repente se desplomó y ya se quedó quieto. No se movió más", explicó Iván Rojo, de 15 años.

Las ambulancias del Samur se dirigieron al lugar para tratar de salvar a los dos accidentados, pero cuando llegaron ya habían fallecido, según explicó un portavoz del servicio municipal. Los bomberos de Madrid tuvieron que abrir un hueco en el casco del avión para sacar al piloto.

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