MUSEOS

Malestar en el IVAM por el proyecto de desmontar en El Carme los restos del palacio del Embajador Vich

Los restos del claustro renacentista del antiguo palacio del Embajador Vich, que hoy forman parte de una de las salas de exposición del IVAM, en el Centre del Carme, se desmontarán para realojarlos en el Museo de Bellas Artes de Valencia. El Ministerio de Cultura ya ha dado el visto bueno a un proyecto que ha generado malestar en el IVAM por cuanto puede alterar la programación de sus actividades. Además, la reconstrucción del claustro abre un debate arquitectónico sobre su conveniencia. Un debate que se centra en la idoneidad de trasladar los vestigios ya consolidados e integrados en un espac...

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Los restos del claustro renacentista del antiguo palacio del Embajador Vich, que hoy forman parte de una de las salas de exposición del IVAM, en el Centre del Carme, se desmontarán para realojarlos en el Museo de Bellas Artes de Valencia. El Ministerio de Cultura ya ha dado el visto bueno a un proyecto que ha generado malestar en el IVAM por cuanto puede alterar la programación de sus actividades. Además, la reconstrucción del claustro abre un debate arquitectónico sobre su conveniencia. Un debate que se centra en la idoneidad de trasladar los vestigios ya consolidados e integrados en un espacio determinado, como la sala gótica del antiguo convento del Carme, donde se ubica una sala de exposición del IVAM, para trasladarlos a otro lugar con el propósito de reconstruir una estructura arquitectónica antigua. La citada sala cuenta con varias columnas y arcos renacentistas formando lo que se denomina en lenguaje arquitectónico una serliana.

El Convento del Carmen, competencia de la dirección general de Patrimonio que desempeña Consuelo Ciscar, fue sede del Museo de Bellas Artes desde 1839 hasta mediados de este siglo, cuando se instaló en su actual emplazamiento del palacio de San Pio V. Jerónimo de Vich i Vallterra instaló el claustro en su palacio en 1521 a su vuelta de Roma. Este palacio, que estaba ubicado en la céntrica calle de Valencia que lleva su nombre, fue derribado el pasado siglo y su claustro se trasladó el claustro al Convento del Carmen.

Ahora, tras la remodelación del proyecto inicial de ampliación del Museo de Bellas Artes, de propiedad estatal y gestión autonómica, que diseñaron Manuel Portaceli -posteriormente apartado por el ministerio del proyecto- y Álvaro Gómez Ferrer, éste último ensanchó un patio interior entre el edificio antiguo y lo que serán las nuevas salas para dar cabida al claustro.

Fernando Benito, director del Museo de Bellas Artes y profesor de Historia del Arte, defiende la reconstrucción de "uno de los escasos claustros renacentistas" que hay fuera de Italia. Sostiene que, dado que se conserva el 80% del conjunto arquitectónico original entre Bellas Artes y el convento del Carme y todas las piezas están inventariadas, se puede realizar una instalación museográfica semejante, por ejemplo, a la que posee el Museo Metropolitano de Nueva York, en cuyas instalaciones se halla el claustro del antiguo castillo malagueño de Vélez-Blanco. "Pero el del Embajador Vich es más fino, menos rústico", apostilla Benito destacando el valor arquitectónico del claustro del diplomático.

El director del museo recuerda que el patronato aprobó hace meses la reconstrucción del claustro, que cuenta también con el apoyo de Patrimonio. Benito considera, además, que con el desmontaje de las piezas renacentistas la sala gótica del IVAM recobrará su aspecto original. También subraya que esta operación se deberá pactar para interrumpir lo mínimo las actividades del IVAM. El próximo mes se iniciarán las muy demoradas obras de ampliación de Bellas Artes.

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