La guerra en Chechenia pone en peligro las ayudas internacionales a Rusia

Nada más lejos de los deseos del Fondo Monetario Internacional (FMI) y del Banco Mundial (BM) que dar la impresión de que están financiando la guerra de Chechenia. Tal vez por eso, ambas instituciones crediticias se muestran reticentes a hacer efectivos más créditos a Rusia si el gasto militar de ésta en la república caucásica lastra un presupuesto ya de por sí difícil de cuadrar.Michael Carter, representante del Banco Mundial, aseguró ayer que una "desestabilización de la situación macroeconómica" provocada por un "incremento agudo del gasto militar que desestabilice el presupuesto" obligaría...

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Nada más lejos de los deseos del Fondo Monetario Internacional (FMI) y del Banco Mundial (BM) que dar la impresión de que están financiando la guerra de Chechenia. Tal vez por eso, ambas instituciones crediticias se muestran reticentes a hacer efectivos más créditos a Rusia si el gasto militar de ésta en la república caucásica lastra un presupuesto ya de por sí difícil de cuadrar.Michael Carter, representante del Banco Mundial, aseguró ayer que una "desestabilización de la situación macroeconómica" provocada por un "incremento agudo del gasto militar que desestabilice el presupuesto" obligaría a suspender los desembolsos. El día antes, había sido Michel Camdessus, el director ejecutivo del FMI, principal fuente de financiación exterior de Rusia, quien se había pronunciado en el mismo sentido.

Una comisión conjunta del Gobierno y el Parlamento rusos ha llegado a un compromiso mediante el cual se incrementan los gastos de defensa del presente ejercicio en unos 160.0000 millones de pesetas, un aumento del 20% que, a su vez, supone el 5% del presupuesto estatal (excluido el pago del servicio de la deuda). Seguramente no bastará con eso, si se tiene en cuenta el coste de mantener indefinidamente en estado de guerra a 50.000 soldados, de costear y reponer su armamento, de instalar una administración en las zonas conquistadas y de atender a más de 150.000 refugiados.

Entretanto, los combates siguen con gran virulencia en el territorio de la república independentista. Aunque los chechenos libran aún batalla al norte del río Terek, especialmente en el distrito oriental de Shelkóvskaia, tienen dificultades para resistir a las fuerzas rusas en algunos sectores del sur, como el de Goragorski, cerca de la frontera noroeste con Ingushetia y que domina una importante carretera que conduce hacia Grozni. Si las tropas rusas siguen avanzando, Grozni está destinada a convertirse una vez más, como en la guerra de 1994-1996, en un sangriento campo de batalla.

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