ELECCIONES CATALANAS

Despertadores de votos

Pasqual Maragall hizo un discurso a medida de su público. Afirmó que Cataluña no quería "poner fronteras a sus amigos [señaló en ese momento a Felipe González], ni a nadie, ni más peajes internos y externos". "Cataluña", dijo, "quiere ser un país de diversidad dentro de una España de diversidad".El candidato del PSC prometió que Cataluña iba a cambiar a partir del próximo domingo. "Primero cambiará el Gobierno, y después, todo lo demás", aseguró. Se mostró convencido de su victoria y de que España iba a aceptar su "propuesta federal". "Nosotros ...

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Pasqual Maragall hizo un discurso a medida de su público. Afirmó que Cataluña no quería "poner fronteras a sus amigos [señaló en ese momento a Felipe González], ni a nadie, ni más peajes internos y externos". "Cataluña", dijo, "quiere ser un país de diversidad dentro de una España de diversidad".El candidato del PSC prometió que Cataluña iba a cambiar a partir del próximo domingo. "Primero cambiará el Gobierno, y después, todo lo demás", aseguró. Se mostró convencido de su victoria y de que España iba a aceptar su "propuesta federal". "Nosotros [la] explicaremos bien y ellos [la] entenderán bien".

Quien mejor supo conectar con el público fue, sin embargo, Manuela de Madre, alcaldesa de Santa Coloma de Gramenet y número tres en la lista del PSC por Barcelona. De Madre hizo referencias constantes a sus padres, de origen andaluz y extremeño, presentes en la sala, y a su infancia en Andalucía, al caciquismo, y a los cortijos.

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"Yo no he escuchado nunca a Los Chunguitos", aseguró, refiriéndose al frustrado mitin de Pujol el pasado lunes, cuando fue abucheado para que siguieran las rumbas. "Mis hijas escuchan a Alejandro Sanz, y yo, de niña, escuchaba a Marifé de Triana, Antonio Molina, y a Concha Piquer, aunque fuera facha".

La participación se ha convertido en el gran objetivo socialista en el tramo final de la campaña. De Madre, que se identifica con el núcleo duro del PSC -un ámbito en el que Pasqual Maragall no es unánimemente respetado- y sobre todo Felipe González, cuya presencia no se consideraba imprescindible cuando se planificó la campaña, serán los principales instrumentos socialistas para que el famoso voto dormido del cinturón industrial de Barcelona se despierte el domingo.

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