Tribuna:

Van der Freire

Asombro, una palabra lo define todo. Asombro es el que has causado en todo el mundo. Ese mismo asombro es el que hace que se me acaben los adjetivos. Ese mismo asombro que manifiestan los que han hablado conmigo por teléfono. Freire, ¿increíble, no? Ha sido la frase más repetida en las llamadas.Asombrar es lo que has hecho, sí señor. Hacer sombra, presentarte con un farolillo de gas allí, delante de las estrellas firmantes del firmamento ciclista. Darle al interruptor, y robarles la cartera ha sido todo uno. ¿Qué hace este españolito pestoseando por aquí? ¿No se dará cuenta que esto es algo mu...

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Asombro, una palabra lo define todo. Asombro es el que has causado en todo el mundo. Ese mismo asombro es el que hace que se me acaben los adjetivos. Ese mismo asombro que manifiestan los que han hablado conmigo por teléfono. Freire, ¿increíble, no? Ha sido la frase más repetida en las llamadas.Asombrar es lo que has hecho, sí señor. Hacer sombra, presentarte con un farolillo de gas allí, delante de las estrellas firmantes del firmamento ciclista. Darle al interruptor, y robarles la cartera ha sido todo uno. ¿Qué hace este españolito pestoseando por aquí? ¿No se dará cuenta que esto es algo muy serio?, se preguntarían, y tu homónimo Vandernosequé todavía estará preguntándose a ver de dónde has salido.

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Pues resulta que más de uno, entre los que me incluyo, sí que sabemos de dónde has salido. Porque a mí también me han robado la cartera más de una vez, sí señor, aunque en tu defensa, he de decir que al igual que en esta ocasión fue limpiamente, pues desgraciadamente para tus rivales, ese es tu estilo.

Si lo de Armstrong en el Mundial fue el tan manoseado sueño americano, lo tuyo, mucho más autóctono, pasa por ser el sueño cántabro, pero no el sueño de la generación del bollycao, sino la del sobao pasiego. Las cosas, en su sitio.

Y aún mayor que nuestro asombro será el tuyo, cuando tengas tiempo, y te pares a pensar en lo que has logrado. Óscar, ¿te das cuenta de lo que has sido capaz? A ti, que te gusta la informática, no dudes en ampliar la memoria de tu disco duro, porque la vas a necesitar para almacenar todo lo que te va a pasar a partir de ahora. ¿Tú, que tanto juegas con esas máquinas modernas, no habrás ideado un maligno juego en el que te has programado para ser campeón del mundo, no? No me fío, no me fío...

Y como la raíz de la sabiduría está en la capacidad de asombro, no voy a dejar escapar esta oportunidad. ¡Enhorabuena! Porque has demostrado que para ser campeón del mundo, no hace falta apellidarse Van der..., aunque te lo digamos en broma.

Pedro Horrillo es ciclista del Vitalicio.

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