Maragall acusa a CiU de fomentar una Cataluña "carca y machista"

Pasqual Maragall reclamó anoche el voto de las mujeres. Para acabar, dijo, con la Cataluña "carca y machista" fomentada por el conservadurismo nacionalista. El candidato socialista empaquetó sus tesis sobre la descentralización del territorio, sus críticas a Jordi Pujol y su llamada a la movilización femenina contra el "centralismo fálico" de CiU con el siguiente razonamiento: "CiU es centralista. Y el centralismo es una forma de machismo. El centralismo", remachó, "es una cosa fálica".

Maragall congregó a casi un millar de personas, mujeres en su gran mayoría, en la plaza dels Àngels d...

Pasqual Maragall reclamó anoche el voto de las mujeres. Para acabar, dijo, con la Cataluña "carca y machista" fomentada por el conservadurismo nacionalista. El candidato socialista empaquetó sus tesis sobre la descentralización del territorio, sus críticas a Jordi Pujol y su llamada a la movilización femenina contra el "centralismo fálico" de CiU con el siguiente razonamiento: "CiU es centralista. Y el centralismo es una forma de machismo. El centralismo", remachó, "es una cosa fálica".

Maragall congregó a casi un millar de personas, mujeres en su gran mayoría, en la plaza dels Àngels de Barcelona. Ante los muros acristalados del Museu d"Art Contemporani (MACBA) se instaló un estrado amarillo con los acostumbrados rótulos PSC-Ciutadans pel canvi, aunque para la ocasión los ciutadans se habían transformado en ciutadanes gracias al añadido de una e poco vistosa pero oportuna.La valenciana Carmen Alborch, exministra de Cultura con Felipe González, ofició como maestra de ceremonias. Alborch, que se definió como "la fan número uno de Pasqual Maragall", presentó a las dos oradoras que precedieron al candidato. La primera fue la doctora Carmen Valls, componente de la subplataforma Ciutadanes pel canvi. Valls afirmó que las mujeres estaban "hartas de la violencia física y psíquica", reclamó más recursos para la familia y la sanidad y denunció el subempleo femenino. Cargó también contra "el monopolio de la televisión pública y de algunos diarios por parte de CiU".

Alborch anunció luego a la alcaldesa de Santa Coloma de Gramenet -de Magranet, dijo la exministra-, Manuela de Madre, y el auditorio aplaudió a rabiar. De Madre anunció que el cambio político estaba asegurado en Cataluña gracias a que las mujeres participarán "como nunca" en las elecciones, y reivindicó para la izquierda el patrimonio de la paridad hombres-mujeres y del feminismo. Utilizó para el caso una frase de la periodista Maruja Torres: "Una mujer que no es feminista es como un pobre que se hace fascista". "Basta ya de hablar de esencias en política: hay que hablar de ausencias, de todo lo que no se ha hecho", dijo. "No hay esencias que reivindicar, ni que reclamar: lo que hay que devolver a la gente es bienestar y felicidad".

Tras Manuela de Madre, Pasqual Maragall se encaramó al estrado para comparar a la alcaldesa socialista con Felipe González por su capacidad de entusiasmar audiencias. "Por cierto", anunció Maragall, "Felipe vendrá a hacer campaña con nosotros, y vendrá a Santa Coloma de Magranet", bromeó con el lapsus de Alborch.

El candidato del PSC auguró que la victoria sería finalmente suya, pese a los pronósticos de los sondeos, porque se registraría "un incremento fabuloso de la participación en el área metropolitana".

Añadió luego que la movilización de las mujeres era también "por supuesto, esencial". Y anunció que no cambiaría sólo el Gobierno sino la manera de gobernar. "Sabremos gobernar de una manera diferente, porque estaréis vosotras", proclamó. "Nosotros", agregó, "somos la candidatura de las mujeres".