Seis polizones rumanos mueren asfixiados en un barco que atracó el jueves en el puerto de Sevilla

No se había producido un hallazgo así en España en la última década. Los cadáveres de seis polizones rumanos -tres hombres y tres mujeres- fueron encontrados ayer en un barco en el puerto de Sevilla. El Evangelia III llegó el pasado jueves a Sevilla procedente de Constanza (Rumania). El barco, de bandera chipriota, transportaba 2.467 toneladas de semillas de girasol. Cuando se estaba iniciando la descarga, a las 10.30, se halló el primer cadáver. Los cinco cuerpos restantes estaban enterrados entre las semillas a mayor profundidad. Todo apunta a que murieron por asfixia.

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No se había producido un hallazgo así en España en la última década. Los cadáveres de seis polizones rumanos -tres hombres y tres mujeres- fueron encontrados ayer en un barco en el puerto de Sevilla. El Evangelia III llegó el pasado jueves a Sevilla procedente de Constanza (Rumania). El barco, de bandera chipriota, transportaba 2.467 toneladas de semillas de girasol. Cuando se estaba iniciando la descarga, a las 10.30, se halló el primer cadáver. Los cinco cuerpos restantes estaban enterrados entre las semillas a mayor profundidad. Todo apunta a que murieron por asfixia.

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La descarga comenzó a primera hora de la mañana en el muelle del Centenario del Puerto de Batán. Un operario se encontró con una sorpresa que lo dejó abatido. El hallazgo del primer cadáver en la pala de la grúa que descargaba las semillas de girasol. Los trabajos fueron paralizados inmediatamente y se dio aviso a la autoridad judicial. La Guardia Civil y los bomberos se encargaron de la investigación. El rastreo de las dependencias del barco presentó dificultades por el peligro que suponían los gases tóxicos, producidos por las sustancias químicas que se utilizan para conservar las semillas."Un equipo de gente preparada entró en el barco. Hacia mediodía, encontraron cuatro cadáveres. El sexto y último cuerpo fue hallado entre las 15.00 y las 16.00", explicó un portavoz de la Guardia Civil. Los seis cadáveres fueron encontrados en la bodega de proa. Los cuerpos presentaban un avanzado estado de descomposición. Junto a ellos estaban sus escasas posesiones: unas bolsas y macutos.

Una portavoz del Puerto de Sevilla señaló que todos ellos eran "personas jóvenes", de aproximadamente unos 30 años. La Delegación de Gobierno informó de que, entre las pertenencias de los polizones, había un pasaporte y tres partidas de nacimiento, documentos todos ellos rumanos.

Posteriormente, se descargó la bodega de popa. Había el temor, muy remoto, de algún nuevo hallazgo macabro. Pero no fue así. El juzgado de Instrucción número 15, que se encarga de las investigaciones, no conocía la identidad de los fallecidos a última hora de la tarde de ayer.

El Evangelia III, que cuenta con una decena de tripulantes, transportaba sus casi 2.500 toneladas de semillas de girasol con destino a una empresa aceitera de Alanís (Sevilla). Las semillas de girasol habían sido fumigadas con un producto insecticida denominado Alminiumphosphide, en dosis de tres gramos por tonelada.

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Tras ser descubiertos, los cuerpos fueron alineados junto al barco. Algunos fueron depositados en unos ataúdes muy rudimentarios; otros fueron colocados encima de mantas. Los cadáveres estaban tiznados por un tono negruzco debido a su contacto con las semillas de girasol. Los cuerpos fueron trasladados al Instituto Anatómico Forense para llevar a cabo la autopsia, que se efectuará hoy por la mañana.

El capitán y el primer oficial del barco -ambos de nacionalidad griega- fueron detenidos ayer acusados de los delitos de homicidio por imprudencia y contra los derechos de los trabajadores.

El barco zarpó el 21 de septiembre de Constanza y llegó a Sevilla sin hacer ninguna escala. Fuentes de la investigación señalaron que la muerte de los polizones se produjo poco tiempo después de salir de esa ciudad rumana.

La Delegación del Gobierno en Sevilla indicó en un comunicado que todo apunta a que la muerte se había producido por asfixia, "sin poder descartar una intoxicación" por haber ingerido las sustancias químicas que sirven para conservar las pipas de girasol. El jefe de operaciones del Puerto de Sevilla, Antonio Ruiz Granado, confirmó su impresión de que la muerte fue por asfixia. La inhalación de los productos químicos insecticidas pudo ser la causante de la tragedia, según el jefe de operaciones del puerto.

Sin precedentes

La muerte de polizones no tenía precedentes tan trágicos en Sevilla. Ni en España en la última década. Ruiz Granado indicó que el fallecimiento de las seis personas era el caso más grave de este tipo ocurrido en el puerto de la capital andaluza. Hace seis años fue encontrado en Sevilla un polizón muerto en un barco procedente de Costa de Marfil.

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